Mayor relajación y menos estrés, una actitud más extrovertida y receptiva, más vida social y menos ropa, cuerpos bronceados y cálidos, más piel a la vista y en contacto con la de los demás. Son algunos de los factores a los que se relaciona con un mayor deseo sexual durante los días soleados.
Pero el sol, que nos acompaña durante más horas a lo largo del día, también puede tener un rol afrodisíaco, al menos entre los hombres.
Fuente de vida
La luz solar puede considerarse como un “nutriente” imprescindible para el buen funcionamiento del sistema inmunitario o defensas orgánicas. Algunos expertos incluso recomiendan pasar algún tiempo fuera de casa cada día y deshacerse de las gafas de sol cuando la luz no sea demasiado intensa, para recibir toda la luz del sol que sea posible. Asimismo, la exposición regular a la luz solar no solo ayuda a levantar el ánimo y ahuyentar la tristeza y la apatía, sino además mejorar algunas afecciones de la epidermis y la psoriasis.
La vitamina que refresca
Tomar el sol además facilita la síntesis de la vitamina D, la cual a su vez ayuda a que el organismo absorba mejor el calcio procedente de los alimentos que ingerimos, ayudando a fijar este mineral en los huesos. Es llamada la “vitamina del sol”, porque la elabora nuestra propia piel cuando nos exponemos a los rayos solares, según explica la experta inglesa en belleza, salud y forma física Liz Wilde. Este nutriente esencial también puede obtenerse consumiendo ciertos alimentos, como los pescados grasos (sardinas y atún) así como los productos lácteos (leche, yogur) y cereales enriquecidos con vitamina D, pero se produce sobre todo cuando la piel se expone a los rayos solares.
Más luz natural, más testosterona
La testosterona, producida en los testículos del hombre, y que el organismo de la mujer también genera pero en menor medida, interviene, entre otras funciones, en la producción de los espermatozoides y en los niveles de deseo sexual. Los investigadores austríacos comprobaron que los niveles en la sangre tanto de vitamina D como de testosterona disminuyeron “significativamente” (lo que en la jerga médica equivale a decir que tiene efectos importantes en el organismo) en los meses de invierno y aumentaron el resto del año.
Los niveles reducidos de la hormona masculina -que también cumple otras funciones clave, tanto en hombres como mujeres, como mantener la fuerza muscular y la densidad ósea- pueden tener un impacto en la libido masculina, además de reducir los niveles de energía y previenen la osteoporosis, sobre todo en la población femenina, podrían tener el mismo efecto en la testosterona, si los toman los varones.
En todo caso, apuntan los dermatólogos, independientemente de los posibles efectos positivos de tomar el sol para la libido, hay que tener presente que debe haber un equilibrio entre los beneficios de producir suficiente vitamina D tomada y los riesgos de sufrir un cáncer de piel debido a una exposición excesiva al sol.
Tenlo presente
A. Siempre que no se tome en exceso o en las horas de irradiación más intensa, el sol tiene un efecto revitalizante y muy saludable.
B. El sol puede mejorar la libido masculina, dado que los niveles de testosterona en los hombres mejoran con la vitamina D que produce su organismo al recibir la luz solar.
C. La hormona producida en los testículos, la cual interviene en la producción del esperma y el grado de apetencia sexual, disminuye en los meses de invierno y aumenta en el verano.