Indiana Jones no revela sus secretos muy fácilmente, y tampoco lo hace el hombre que controla su destino.
El director Steven Spielberg ha intentado mantener la cuarta parte de las aventuras del arqueólogo, 'Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal', debajo de envolturas tan apretadas como las de una momia.
El sigilo ha generado una gran expectativa, y muchas dudas acerca de la calidad de la película.
En momentos en que es posible ver adelantos de casi cualquier cosa por Internet, en que abundan las páginas electrónicas de los fans y los videos a modo de diario donde los directores enseñan sus trucos, Indy regresa a la antigua, como a Spielberg siempre le ha gustado. 'él es el único en el mundo que mantiene sus cartas bajo la mesa hasta el último segundo', dijo Jeffrey Katzenberg, su socio en DreamWorks.
Spielberg reveló sus cartas ayer en el Festival de Cannes, donde se aglomera un destacamento de periodistas y críticos mordaces, y es una apuesta a pocos días del estreno mundial. Una crítica en contra podría aguar la fiesta, aunque Spielberg es un director que no necesita publicidad.
En cartelera
Indiana Jones estará en las salas nacionales esta semana, a patir del jueves.
