20/05/2025
12:08 AM

El estrés escolar, un enemigo silencioso

San Pedro Sula. A sus 8 años, Camila, alumna del cuarto grado y de quien se omite su verdadero nombre, ya sufre de estrés escolar debido a la gran cantidad de tareas que le asignan en su centro educativo y a la presión que ejercen sus padres para que siempre obtenga las mejores calificaciones.

A sus 8 años, Camila, alumna del cuarto grado y de quien se omite su verdadero nombre, ya sufre de estrés escolar debido a la gran cantidad de tareas que le asignan en su centro educativo y a la presión que ejercen sus padres para que siempre obtenga las mejores calificaciones.

Esta enfermedad se ha convertido en el peor enemigo de cientos de infantes. Según Esperanza de Gonzales, pedagoga de la escuela Little Kids, en una clase donde hay un promedio de 50 niños, 10 de ellos padecen este mal aunque hasta el momento no hay estadísticas oficiales.

'Lo importante es saber controlarlo para evitar que el niño se vuelva depresivo, antipático y sufra traumas', expresa.

María de los ángeles Pérez es una madre de familia que muchas veces se encuentra en circunstancias difíciles debido a que su pequeño muestra rebeldía y mal comportamiento en la clase. 'Mi hijo se aísla de sus compañeros, pensamos que es porque esta escuela es nueva para él', refirió.

Los factores

La reducción en la capacidad de aprendizaje, alteraciones en sus estados emocionales e, incluso, sufrir cierto tipo de fobias son otras causas, agrega la especialista.

Se debe proporcionar un balance integral en su vida emocional y afectiva, un ambiente hogareño y escolar sano, descanso, actividad física e intelectual, así como una nutrición balanceada, adecuada a su edad y en horarios específicos.

La carga académica, la desintegración familiar y el abuso también puede ser fuente de estrés para muchos niños con problemas de aprendizaje o bajo nivel de tolerancia al fracaso; en este caso, la psicóloga Amy Erazo aconseja observarlos detenidamente.

'Es posible que vea ciertos comportamientos en los infantes de edad preescolar, como mojar la cama, chuparse el dedo o temor a dormir solo. Sus niños quizás se quejen de dolor de estómago o de cabeza, y no querrán ir a la escuela', asegura la experta.

Erazo dice que una situación estresante puede producir tristeza, ansiedad, indiferencia, todo depende de la reacción que tenga la persona para adaptarse al cambio, como comenzar una nueva actividad, en un lugar diferente al acostumbrado, la enfermedad o la muerte de un familiar, el nacimiento de un nuevo integrante de la familia, un examen en el colegio u olvidar hacer una tarea.

Los niños empiezan a sentir estrés desde los cuatro años y son más vulnerables porque aún no han aprendido maneras efectivas de lidiar con las situaciones de ese tipo.

Cómo ayudarlos

El nivel de estrés en un niño está influido por la presión, expectativas y exigencias, así como la autoestima y los rasgos de personalidad que lo llevan a ser extremadamente perfeccionista y autocrítico. Su alto nivel podría dejar cicatrices físicas en el cerebro de los pequeños.

Debería ser un problema transitorio, pero si el niño no puede superarlo, se debe solicitar ayuda o buscar orientación con un especialista para que aprenda a superar sus temores y se integre con éxito a su vida escolar. En las escuelas también se practica la terapia grupal como una alternativa.

Tome nota

1. Los Padres. Pueden ayudar a sus hijos escuchándolos cuidadosamente y estando pendientes de que no se sobrecarguen con sus tareas diarias para evitar que sufran estrés.

2. Actividad. Es importante que los menores tengan actividades extracurriculares, se recomienda la participación en los deportes y otras actividades pro-sociales que ocupen su mente positivamente.

3. Los Maestros. Deben enseñarles a los niños y jóvenes a utilizar el estrés en forma positiva, como un motivador para ayudarles a ser más productivos y cada vez mejores, no como un agente destructor.

4. Síntomas. Este mal se manifiesta de varias maneras, especialmente cuando se llevan a cabo demasiadas actividades o se tienen expectativas demasiado altas y al no cumplirlas, viene la frustración.

5. Consecuencias. Esta enfermedad debería ser algo transitorio, pero si en el niño persiste y no logra superarlo, será necesario solicitar ayuda especializada antes de que sea demasiado tarde.

6. Factores. Las situaciones que pueden provocar estrés son un examen, la actitud de la maestra, ausencia de un amiguito, el divorcio o el matrimonio, una enfermedad de algún familiar en su casa, mudarse, muerte, o tener un nuevo hermanito.