12/05/2025
10:33 PM

Chicas vanidosas

Toda mujer porta un tanto de vanidad y coquetería pero ¿hasta dónde es normal esto? Conoce cómo se puede desarrollar el narcisismo

    Para empezar a hablar de un tema tan actual como complejo, recordemos esa famosa película de adolescentes, “Chicas malas”, donde Lidsay Lohan interpreta a Cady Heron, una chica que ha crecido en África y al llegar a una nueva escuela intenta encajar en la guerra psicológica y las reglas sociales a las que pueden enfrentarse las adolescentes de su edad, poco a poco ella consigue ingresar en el grupo de las populares. El filme basado en el libro de Rosalind Wiseman Queen Bees and Wannabes, cuenta esta dolorosa experiencia de intentar encajar en un mundo donde la belleza y la posición social es más importante que la inteligencia o desempeño. Hago referencia en esta película, desde el inicio, para que imaginemos ese tipo de personalidad en las mismas adolescentes que están a nuestro alrededor, muchachas obsesionadas por la belleza exterior, padres permisivos y descontrol.

    “Hay una coquetería normal en toda mujer o en la mayoría de mujeres cuyo siguiente paso intermedio podría llamarse ‘vanidad’ que es un poquito más exacerbado, hasta ir aumentando ya ha algo patológico pudiendo caer en el narcisismo propiamente dicho”, nos aclara Marilyn Cardona, orientadora y terapeuta familiar. “Creo que la mayoría de mujeres portamos un poquito de vanidad que hasta cierto límite es normal y totalmente natural y que se ve aumentado en la epoca de la adolescencia porque es cuando la muchacha o muchacho están tratando de perfilar su personalidad, están en busca de su propia identidad, entonces todavía en esa etapa que son propias de la adolescencia es propio decir que es un derivado común”, agrega la experta.

    En las escuelas, colegios y universidades encontramos fácilmente a los jóvenes divididos en grupo, las chicas vanidosas o populares son uno de ellos, normalmente solo le hablan a aquellos que sienten están a su altura, se consideran superiores y creen ser el eje del universo, ¿conoces a alguna con esta aptitud? ¿Tú te sientes identificada? Este comportamiento egocéntrico es mal visto, inclusive las personas que están alrededor de las “vanidosas” se sienten algo hastiadas de tener que convivir siempre con ellas.
    Los hombres generalmente las idolatran, las admiran y les encanta andar con ellas, pero al momento de tener una relación seria comienzan a sentirse cansados de esa eterna superioridad.

    La raíz

    Como padres la primera tarea por hacer al notar este comportamiento es pedir la orientación de un profesional, el primer paciente es la persona que padece la patología pero a su lado están sus padres y hermanos. Indagar por qué necesita ser admirada y tomada en cuenta. “En mucha medida puede caer la responsabilidad en los padres por darles a los hijos en extremo todas las cosas materiales que ellos les solicitan, que por el hecho que se les ama tanto no se quiere permitir que carezcan de algo, les damos en demasía lo inadecuado”, expone Cardona.

    Los padres que trabajan fuera de casa todo el día tratan de compensar con las mayores comodidades que a ellos se les pueda ocurrir, y el padre no lo hace con el deseo de malcriarlos sino que quiere compensar ese tiempo que no pasan juntos.

    Si los padres no mantienen atención en sus hijos pueden llegar a convertirlo en una persona narcisista, la cual sobre pasa el límite de la normalidad en cuanto a lo que es egocentrismo, creerse superior a los demás, se considera una persona única, un ser superior y tienen cero consideración con los demás, esto ya es una patología.

    Un término que pocos conocen es la “seguridad ontológica”, la orientadora y terapeuta explica que esta es la seguridad del propio ser, esos rasgos van a marcar el núcleo de la personalidad cuando uno sea una persona adulta y que está en formación desde el momento de la gestación hasta aproximadamente los tres años.

    Durante el primer año la figura de la madre es insustituible, si la madre le plática al vientre, el niño se siente aceptado desde que nace.

    Del primero al tercer año es vital la presencia del padre, allí se viene a complementar lo que más adelante va a ser ese núcleo del papel familiar, y nos garantiza menos probabilidades de cualquier patología.
    Si trabajamos en una buena seguridad ontológica primaria y secundaria, seguramente no vamos a tener niños o jovencitos inseguros, egocéntricos, y no creerán que son el eje del universo.

    COMPORTAMIENTO DE VANIDAD

    • Sumamente coqueta.

    • Muy bien arreglada.

    • Uso constante del espejo.

    • La necesidad constante de aprobación de los demás.

    • Busca llamar la atención.
    Nota: En algún momento puede ser un complejo de inferioridad disfrazado, en algunos casos, muchachas que necesitan reafirmar su autoestima.

    CONSECUENCIAS DEL ACTUAR

    • Verse rechazada en algún momento por sus iguales o por cualquiera otra persona.

    • Menor aceptación de las mujeres.
    • A un cierto porcentaje de los hombres les gustan, les gusta apreciarlas, admirarlas, pero no como pareja.

    ¿POR QUÉ CAMBIAR?

    Primero tiene que saber si está contenta consigo misma o no, si ella ve que ser demasiado vanidosa le está causando problemas de trato social o de trato familiar, tiene que ver qué está haciendo mal.
    Si es suficientemente madura buscará ayuda adecuada, pero si no le causa alguna interferencia en su relación social y en su propia aceptación consigo misma, no se es consciente, es el momento de aterrizar.

    La experta dice:

    CÓMO VENCER ESTE COMPORTAMIENTO

    Primero estando conscientes que se está padeciendo de él.

    Trabajar mucho en la autoestima.

    Es un gran apoyo el ambiente familiar.

    En la medida que sean afectados serán conscientes que son seres humanos como los demás.
    Reconocer que se está fuera de los límites. Buscar una ayuda profesional adecuada, terapeuta, psicólogo.

    Marilyn Cardona

    Licenciada en ciencias de la familia, orientadora y terapeuta familiar especializada en logoterapia.
    Tel. 9863-0589