Madrid.
Aunque no está claro si al final compró alguno, o si se trataba siquiera de una joya como las que se entregan tradicionalmente a la hora de plantear la gran pregunta, lo que sí resulta evidente es que
su relación sentimental con Britney está afianzada por completo.
En el testimonio que Britney Spears ofreció el pasado mes de junio ante la jueza que se ocupa de revisar su tutela legal, ella aseguró que se le obligaba a utilizar anticonceptivos en contra de su voluntad, para que no pudiera cumplir su deseo de casarse y repetir experiencia en la maternidad, y que ni siquiera tenía permitido subirse al mismo carro que su novio, Sam Asghari, si era él quien estaba al volante.
El revuelo que causaron esas declaraciones entre la opinión pública han conseguido que desde entonces la princesa del pop haya ido ganando parcelas de autonomía: en julio, por ejemplo, se le vio viajando en un vehículo que conducía su chico y ahora los dos podrían estar preparándose para pasar por fin por el altar.
Al menos eso es lo que muchos creen ahora después de que Sam haya sido sorprendido por los paparazzi en una tienda de Cartier en Los Ángeles, donde pasó un buen rato ojeando distintos anillos.
En las instantáneas que publica el portal Page Six, se puede ver al modelo y entrenador personal fotografiando varias de las piezas expuestas con su teléfono móvil y analizando más de cerca un anillo de diamantes.
Hace unos días, sin ir más lejos, ella le dedicó una de sus publicaciones de Instagram para darle las gracias por haberla apoyado incondicionalmente durante lo que definió como los peores años de su vida.
'Y además da la casualidad de que es un cocinero increíble', añadió la artista en un tono más distendido para dejar claro que no podría pedirle más a su chico.
