Cuando se escucha un “estoy mareado, creo que se me subió la presión”, aparecen decenas de expertos dando recomendaciones sobre qué hacer para controrlarlo. Todas esas creencias y malos entendidos han contribuido a devaluar el monitoreo de la presión arterial y a reducirla a consecuencia lógica de algún coraje.
La presión arterial es la fuerza con la que su sangre viaja, desde el corazón, por los vasos sanguíneos para llevar oxígeno y nutrientes a cada órgano; cuando el corazón expulsa la sangre con más fuerza, esta presiona más de lo normal las paredes de los vasos sanguíneos, a esta condición, que pasa por años desapercibida en 90 por ciento de los casos, se le llama hipertensión.
“Le hemos perdido el respeto a la hipertensión arterial, nos hemos acostumbrado a vivir con la presión arterial alta, todo mundo tiene un familiar enfermo, pero como no le pasa nada hasta que le da la embolia o un infarto, no se hace conciencia. “Cuando la hipertensión da síntomas y acuden al médico ya llevan varios años con ella y generalmente ya los encontramos con algo de daño a los órganos, que lastima la elevación de la presión: corazón, retina, riñón y vasos cerebrales”, considera Martín Rosas Peralta, cardiólogo.
Mancuerna enfermiza
Los pacientes con hipertensión generalmente también padecen diabetes y obesidad. Y como esas enfermedades tampoco duelen, los expertos recomiendan someterse a una revisión general de salud por lo menos una vez al año.
Para evitar complicaciones, los valores para considerar hipertensión en pacientes con diabetes son diferentes, deben ser menores a 135/80, para ellos, el estar en “adecuada alta” ya significa hipertensión.
Esta enfermedad, a la que también se denomina el “asesino silencioso” debido a que no provoca síntomas y se reconoce hasta que genera problemas de salud graves o a través de una revisión general (en muchas ocasiones para diagnosticar otra enfermedad), es considerada por muchos especialistas incurable; sin embargo, si se lleva un tratamiento adecuado bajo vigilancia médica puede controlarse y tener una vida normal.
Sigue estos pasos
Cuando se toma la presión arterial se registran dos valores: uno elevado, que es cuando el corazón se contrae (sístole), y otro más bajo, cuando hay relajación entre un latido y otro (diástole); los registros ideales en una persona adulta son 120/80, respectivamente. Se comienza a considerar hipertensión cuando, al estar relajado, se registra un valor de 140/90.
1. Monitorear su presión regularmente, sin obsesionarse, procurando que esta revisión sea siempre a la misma hora y en condiciones semejantes. Es muy útil aprender a medir la tensión o contar con alguien que ayude a utilizar alguno de esos instrumentos.
2. Practicar una rutina de ejercicio adecuada a la edad, ya que esta actividad favorece la buena circulación sanguínea, ayuda a lograr oxigenación adecuada y eliminación de grasas, además de que fortalece al corazón.
3. Eliminar hábitos dañinos asociados con el padecimiento, como consumo de alcohol y tabaco, pues son estimulantes que aceleran el ritmo cardíaco.
4. Disminuir el consumo de sal cuando el médico lo aconseje; esto se debe a que grandes dosis de sodio ocasionan retención de agua, por lo que aumenta el volumen de sangre y la fuerza con que el corazón debe bombearla, ocasionando presión arterial alta.
5. Modificar hábitos alimenticios: se incrementará el consumo de legumbres (ricas en potasio, calcio y magnesio, que son minerales que facilitan la eliminación de sodio) y alimentos ricos en fibra, como frutas con cáscara (favorecen la eliminación de colesterol), en tanto que se reducirá el consumo de carnes rojas, ricas en grasas saturadas y se sustituirá por carnes blancas, sobre todo pescado.
6. Perder peso, todas las reducciones modestas son benéficas para disminuir los niveles de colesterol y sentirse mejor.
7. Regular tensión y estrés, ya que ambos son causas de hipertensión; Debe procurar una vida tranquila para controlarse mejor y si lo necesita, recurre a estrategias y rutinas de relajación.
8. Tomar puntualmente las medicinas que el médico recete, siguiendo estrictamente los horarios y dosis indicadas; nunca se abandonará el tratamiento (aunque los valores al tomar la presión hayan vuelto a la normalidad).
9. Determinar con exactitud los niveles reales de colesterol en sangre, a través de exámenes de laboratorio interpretados por el médico. El exceso de grasa disminuye la capacidad de elasticidad de los vasos y propicia mayor fuerza de contracción del corazón.
10. Acudir periódicamente al médico familiar para que este siga la evolución del padecimiento, a la vez que aclarará dudas y proporcionará nueva información de interés, el paciente debe informar de cualquier circunstancia extraña.
Condiciones óptimas
Algunas recomendaciones para la medición correcta de la presión arterial son:
-El ambiente que rodee al paciente debe ser relajado y tranquilo.
-No debe haber consumido productos con cafeína (café, té o refrescos de cola) en la hora previa al registro.
-No haber hecho ejercicio intenso media hora antes.
-Reposar, de preferencia sentado, por lo menos cinco minutos antes, sin que tenga deseos de orinar o defecar.
-En el momento de la medición, el paciente debe estar sentado, con el brazo desnudo, con el punto medio del mismo a la altura del corazón, las piernas sin cruzar y sus músculos relajados.
-De preferencia debe utilizarse un baumanómetro de mercurio, pues los electrónicos y los de reloj se descalibran frecuentemente.
TERAPIA NUTRICIONAL
En Honduras es un problema que va en aumento y está afectando no solo a los adultos, sino también a los jóvenes, esto debido al exceso de sal que consumimos y los malos hábitos en general. Es importante una alimentación rica en potasio, ya que tiene efecto antihipertensivo, además ejerce una acción protectora contra daños cardiovasculares y como medida auxiliar en pacientes sometidos a terapia con diuréticos. Los alimentos ricos en potasio: frijoles, avena, germen de trigo, remolacha, papa, rábano, zanahoria, yuca, espinaca, aguacate, banano, melón y maracuyá. Recuerde que la terapia nutrcional no solo debe estar enfocada en la reducción de los niveles de presión, sino en la adopción de hábitos alimentarios saludables permanentes; disminuyendo la morbimortalidad mediante la modificación del estilo de vida. Cuide su presión, manténgala en límites normales.
Dra. Danori Carbajal
Nutricionista