24/11/2025
07:04 PM

10 consejos para controlar la hipertensión

Se trata de medidas sencillas que de realizarse de manera sostenida, lograrán cumplir satisfactoriamente con su objetivo en poco tiempo y permitirán llevar a cabo una vida normal.

    Cuando se escucha un “estoy mareado, creo que se me subió la presión”, aparecen decenas de expertos dando recomendaciones sobre qué hacer para controrlarlo. Todas esas creencias y malos entendidos han contribuido a devaluar el monitoreo de la presión arterial y a reducirla a consecuencia lógica de algún coraje.

    La presión arterial es la fuerza con la que su sangre viaja, desde el corazón, por los vasos sanguíneos para llevar oxígeno y nutrientes a cada órgano; cuando el corazón expulsa la sangre con más fuerza, esta presiona más de lo normal las paredes de los vasos sanguíneos, a esta condición, que pasa por años desapercibida en 90 por ciento de los casos, se le llama hipertensión.
    “Le hemos perdido el respeto a la hipertensión arterial, nos hemos acostumbrado a vivir con la presión arterial alta, todo mundo tiene un familiar enfermo, pero como no le pasa nada hasta que le da la embolia o un infarto, no se hace conciencia. “Cuando la hipertensión da síntomas y acuden al médico ya llevan varios años con ella y generalmente ya los encontramos con algo de daño a los órganos, que lastima la elevación de la presión: corazón, retina, riñón y vasos cerebrales”, considera Martín Rosas Peralta, cardiólogo.

    Mancuerna enfermiza

    Los pacientes con hipertensión generalmente también padecen diabetes y obesidad. Y como esas enfermedades tampoco duelen, los expertos recomiendan someterse a una revisión general de salud por lo menos una vez al año.

    Para evitar complicaciones, los valores para considerar hipertensión en pacientes con diabetes son diferentes, deben ser menores a 135/80, para ellos, el estar en “adecuada alta” ya significa hipertensión.
    Esta enfermedad, a la que también se denomina el “asesino silencioso” debido a que no provoca síntomas y se reconoce hasta que genera problemas de salud graves o a través de una revisión general (en muchas ocasiones para diagnosticar otra enfermedad), es considerada por muchos especialistas incurable; sin embargo, si se lleva un tratamiento adecuado bajo vigilancia médica puede controlarse y tener una vida normal.

    Sigue estos pasos
    Cuando se toma la presión arterial se registran dos valores: uno elevado, que es cuando el corazón se contrae (sístole), y otro más bajo, cuando hay relajación entre un latido y otro (diástole); los registros ideales en una persona adulta son 120/80, respectivamente. Se comienza a considerar hipertensión cuando, al estar relajado, se registra un valor de 140/90.

    1. Monitorear su presión regularmente, sin obsesionarse, procurando que esta revisión sea siempre a la misma hora y en condiciones semejantes. Es muy útil aprender a medir la tensión o contar con alguien que ayude a utilizar alguno de esos instrumentos.

    2. Practicar una rutina de ejercicio adecuada a la edad, ya que esta actividad favorece la buena circulación sanguínea, ayuda a lograr oxigenación adecuada y eliminación de grasas, además de que fortalece al corazón.

    3. Eliminar hábitos dañinos asociados con el padecimiento, como consumo de alcohol y tabaco, pues son estimulantes que aceleran el ritmo cardíaco.

    4. Disminuir el consumo de sal cuando el médico lo aconseje; esto se debe a que grandes dosis de sodio ocasionan retención de agua, por lo que aumenta el volumen de sangre y la fuerza con que el corazón debe bombearla, ocasionando presión arterial alta.

    5. Modificar hábitos alimenticios: se incrementará el consumo de legumbres (ricas en potasio, calcio y magnesio, que son minerales que facilitan la eliminación de sodio) y alimentos ricos en fibra, como frutas con cáscara (favorecen la eliminación de colesterol), en tanto que se reducirá el consumo de carnes rojas, ricas en grasas saturadas y se sustituirá por carnes blancas, sobre todo pescado.

    6. Perder peso, todas las reducciones modestas son benéficas para disminuir los niveles de colesterol y sentirse mejor.

    7. Regular tensión y estrés, ya que ambos son causas de hipertensión; Debe procurar una vida tranquila para controlarse mejor y si lo necesita, recurre a estrategias y rutinas de relajación.

    8. Tomar puntualmente las medicinas que el médico recete, siguiendo estrictamente los horarios y dosis indicadas; nunca se abandonará el tratamiento (aunque los valores al tomar la presión hayan vuelto a la normalidad).

    9. Determinar con exactitud los niveles reales de colesterol en sangre, a través de exámenes de laboratorio interpretados por el médico. El exceso de grasa disminuye la capacidad de elasticidad de los vasos y propicia mayor fuerza de contracción del corazón.

    10. Acudir periódicamente al médico familiar para que este siga la evolución del padecimiento, a la vez que aclarará dudas y proporcionará nueva información de interés, el paciente debe informar de cualquier circunstancia extraña.

    Condiciones óptimas

    Algunas recomendaciones para la medición correcta de la presión arterial son:

    -El ambiente que rodee al paciente debe ser relajado y tranquilo.

    -No debe haber consumido productos con cafeína (café, té o refrescos de cola) en la hora previa al registro.

    -No haber hecho ejercicio intenso media hora antes.

    -Reposar, de preferencia sentado, por lo menos cinco minutos antes, sin que tenga deseos de orinar o defecar.

    -En el momento de la medición, el paciente debe estar sentado, con el brazo desnudo, con el punto medio del mismo a la altura del corazón, las piernas sin cruzar y sus músculos relajados.
    -De preferencia debe utilizarse un baumanómetro de mercurio, pues los electrónicos y los de reloj se descalibran frecuentemente.

    TERAPIA NUTRICIONAL

    En Honduras es un problema que va en aumento y está afectando no solo a los adultos, sino también a los jóvenes, esto debido al exceso de sal que consumimos y los malos hábitos en general. Es importante una alimentación rica en potasio, ya que tiene efecto antihipertensivo, además ejerce una acción protectora contra daños cardiovasculares y como medida auxiliar en pacientes sometidos a terapia con diuréticos. Los alimentos ricos en potasio: frijoles, avena, germen de trigo, remolacha, papa, rábano, zanahoria, yuca, espinaca, aguacate, banano, melón y maracuyá. Recuerde que la terapia nutrcional no solo debe estar enfocada en la reducción de los niveles de presión, sino en la adopción de hábitos alimentarios saludables permanentes; disminuyendo la morbimortalidad mediante la modificación del estilo de vida. Cuide su presión, manténgala en límites normales.

    Dra. Danori Carbajal
    Nutricionista