Los Ángeles, Estados Unidos.
El sueco Alexander Skarsgard sorprende en la pantalla grande por su impresionante físico en la película La leyenda de Tarzán.
De ser un tipo alto, delgado, con un “look” muy europeo, el actor de 39 años se sometió a un régimen deportivo y alimenticio para transformarse en el personaje clásico.
...Y evidentemente para lograr ese cuerpazo no comió solamente bananas. “Lo hicimos por fases. La primera fase la completamos en tres meses, donde comía 7 mil calorías diarias y levantaba muchas pesas para ganar peso”, explicó el actor en entrevista con Stephen Colbert.
“En la segunda fase cortaron mi dieta a pequeñas comidas cinco veces al día y tuve que hacer mucho cardio para deshacerme de toda la grasa; fueron ocho meses sin diversión”, agregó.
Argumento
El actor sueco, conocido por haber encarnado al vampiro Eric Northman en la serie True Blood (2008-2014) de HBO, protagoniza el relanzamiento de la saga de Tarzán a cargo del director David Yates. Esta vez, La Leyenda de Tarzán empieza cuando John Clayton, otrora conocido como Tarzán, lleva una tranquila y civilizada vida en el Londres victoriano al lado de su esposa, Jane Porter (Margot Robbie). Su tranquilo reposo se hace añicos con la llegada de un veterano de la guerra civil (Samuel L. Jackson), que le insiste que debe regresar a su antiguo hogar en la selva africana para impedir una conspiración que, de otro modo, dejaría a la mayoría de los hombres que viven ahí en calidad de esclavos.
De regreso en la selva, no pasa mucho tiempo para que John abandone sus modales civilizados y vuelva a columpiarse en las lianas, a luchar como simio y a comunicarse con los demás animales. Es decir, a llevar la vida que llevó cuando fue un huérfano criado por los simios. En pocas palabras, es un tipo diferente de Tarzán. Yates se lo explicó así a Skarsgard y esa fue la razón por la que el actor aceptó.
Identificado
“Su conexión tan profunda con el mundo de la naturaleza es muy conmovedora, cosa que yo sabía que Alexander podría comunicar. Ahora que el mundo natural se ha vuelto más importante para todos nosotros, eso tiene algo casi contemporáneo. Sabía que Alexander podría interpretar eso también. Alexander tiene un corazón muy grande y sensible y eso lo puso en este relato clásico”, aseguró Yates.
A Skarsgard le encantan las películas de Tarzán, comentó, en especial las doce que protagonizó Johnny Weissmuller de 1930 a 1940.
“De chico fui un enorme admirador de las películas de Tarzán debido a mi padre, que también es uno de los mayores fans de Tarzán que existen,” revela el actor. “Él me llevaba a la función de matiné todos los sábados y yo también me enamoré de Tarzán. Me encantaba la selva y todo ese mundo”.
No pudo evitar sentirse intrigado cuando se enteró de que Yates, conocido por su trabajo en la serie de Harry Potter, iba a abordar el clásico de Burroughs. “Estaba muy emocionado de que David Yates fuera a hacer la película,” afirma Skarsgard. “Por supuesto, la historia de Tarzán se ha contado más de 200 veces en los últimos cien años. Había que imaginarse por qué estamos haciendo esto de nuevo. Luego llegué a entender que se trata de un hombre perdido entre dos mundos. Es miembro de una familia de simios, pero en realidad no encaja del todo. En Londres se ve como los humanos que lo rodean, pero sigue sin encajar. Su corazón se quedó en la jungla. La psicología es interesante,” continúa.
“Tenemos a un lord inglés muy sofisticado, que en realidad es un animal. Yo pienso que, como humanos, todos podemos identificarnos, pues la mayoría tiene cierta dualidad y todos tenemos esos impulsos animalistas.”
Una diferencia entre el Tarzán de ayer y el de hoy es el guardarropa. En las novelas de Burroughs, Tarzán suele aparecer desnudo y Weismuller pasó la mayoría de sus películas con nada más que un taparrabo.
“Traté de conseguir un taparrabo sensual, quise convencer a David durante semanas. Por desgracia, por la forma en que está escrito el libreto, la película se inicia en Londres con trajes.
Después nos vamos a África y David me dijo que no tenía sentido, que el taparrabo tendría que desaparecer. “Yo quería verme más nativo”, finaliza el actor.
El sueco Alexander Skarsgard sorprende en la pantalla grande por su impresionante físico en la película La leyenda de Tarzán.
De ser un tipo alto, delgado, con un “look” muy europeo, el actor de 39 años se sometió a un régimen deportivo y alimenticio para transformarse en el personaje clásico.
...Y evidentemente para lograr ese cuerpazo no comió solamente bananas. “Lo hicimos por fases. La primera fase la completamos en tres meses, donde comía 7 mil calorías diarias y levantaba muchas pesas para ganar peso”, explicó el actor en entrevista con Stephen Colbert.
“En la segunda fase cortaron mi dieta a pequeñas comidas cinco veces al día y tuve que hacer mucho cardio para deshacerme de toda la grasa; fueron ocho meses sin diversión”, agregó.
“La Leyenda de Tarzán” está protagonizada por Skarsgard, Margot Robbie, Samuel L. Jackson y Djimon Hounsou, y cuenta con la dirección de David Yates, el hombre detrás de las últimas cuatro películas de la saga “Harry Potter”.
|
El actor sueco, conocido por haber encarnado al vampiro Eric Northman en la serie True Blood (2008-2014) de HBO, protagoniza el relanzamiento de la saga de Tarzán a cargo del director David Yates. Esta vez, La Leyenda de Tarzán empieza cuando John Clayton, otrora conocido como Tarzán, lleva una tranquila y civilizada vida en el Londres victoriano al lado de su esposa, Jane Porter (Margot Robbie). Su tranquilo reposo se hace añicos con la llegada de un veterano de la guerra civil (Samuel L. Jackson), que le insiste que debe regresar a su antiguo hogar en la selva africana para impedir una conspiración que, de otro modo, dejaría a la mayoría de los hombres que viven ahí en calidad de esclavos.
De regreso en la selva, no pasa mucho tiempo para que John abandone sus modales civilizados y vuelva a columpiarse en las lianas, a luchar como simio y a comunicarse con los demás animales. Es decir, a llevar la vida que llevó cuando fue un huérfano criado por los simios. En pocas palabras, es un tipo diferente de Tarzán. Yates se lo explicó así a Skarsgard y esa fue la razón por la que el actor aceptó.
“Entre las peleas y el rodaje, yo hacía ejercicio todo el día. La meta no era verme musculoso, sino atlético”
-Alexander Skarsgard, actor
|
“Su conexión tan profunda con el mundo de la naturaleza es muy conmovedora, cosa que yo sabía que Alexander podría comunicar. Ahora que el mundo natural se ha vuelto más importante para todos nosotros, eso tiene algo casi contemporáneo. Sabía que Alexander podría interpretar eso también. Alexander tiene un corazón muy grande y sensible y eso lo puso en este relato clásico”, aseguró Yates.
A Skarsgard le encantan las películas de Tarzán, comentó, en especial las doce que protagonizó Johnny Weissmuller de 1930 a 1940.
“De chico fui un enorme admirador de las películas de Tarzán debido a mi padre, que también es uno de los mayores fans de Tarzán que existen,” revela el actor. “Él me llevaba a la función de matiné todos los sábados y yo también me enamoré de Tarzán. Me encantaba la selva y todo ese mundo”.
El grito de “Tarzán” en esta película es una mezcla de sonidos del actor, de varios animales, entre ellos un gorila, e incluso de un cantante.
|
“Tenemos a un lord inglés muy sofisticado, que en realidad es un animal. Yo pienso que, como humanos, todos podemos identificarnos, pues la mayoría tiene cierta dualidad y todos tenemos esos impulsos animalistas.”
Una diferencia entre el Tarzán de ayer y el de hoy es el guardarropa. En las novelas de Burroughs, Tarzán suele aparecer desnudo y Weismuller pasó la mayoría de sus películas con nada más que un taparrabo.
“Traté de conseguir un taparrabo sensual, quise convencer a David durante semanas. Por desgracia, por la forma en que está escrito el libreto, la película se inicia en Londres con trajes.
Después nos vamos a África y David me dijo que no tenía sentido, que el taparrabo tendría que desaparecer. “Yo quería verme más nativo”, finaliza el actor.
El sueco se hizo famoso en la serie “True Blood”.
|