Después de 85 días dominados por caravanas, jingles, discursos y una presencia partidaria que inundó calles y redes sociales, Honduras entra hoy en el período de silencio electoral, una fase clave que obliga a suspender toda propaganda política y que busca ofrecer al votante un espacio de calma antes de acudir a las urnas.
Las campañas electorales comenzaron oficialmente el 1 de septiembre, aunque en la práctica varios partidos se adelantaron a la fecha del cronograma electoral.
La legislación electoral establece que, estos cinco días previos a las elecciones, los candidatos y partidos políticos deben brindar un respiro al elector para que asimile la información recibida en toda la campaña y tome una decisión sin presiones.
Desde las 12:00 de la madrugada del martes 25 de noviembre, quedan prohibidos los mítines, caravanas, instalación de afiches, publicaciones proselitistas en medios de comunicación y redes, así como la difusión de encuestas o sondeos de cualquier tipo.
Aunque la propaganda debe cesar por completo, el artículo 223 de la Ley Electoral permite que los candidatos continúen difundiendo sus planes de gobierno, siempre y cuando no soliciten el voto de manera directa. Las sanciones por violar el silencio electoral establecido dentro de la normativa legal son significativas.
Los infractores pueden enfrentar multas de hasta 50 salarios mínimos y el Consejo Nacional Electoral (CNE) mantiene habilitados los canales de denuncia ciudadana, siempre que se presenten pruebas de la infracción.
Además de evitar el proselitismo, este período busca reducir las tensiones entre simpatizantes, disminuir las confrontaciones y garantizar un ambiente más sereno previo a la jornada del 30 de noviembre.
La intención es permitir que el país transite hacia las votaciones en un clima de mayor equilibrio y reflexión. Los comicios generales en Honduras se efectuarán este domingo 30 de noviembre, con la participación de cinco partidos políticos