23/05/2025
09:34 PM

Y se vienen más gringos

Cuando en marzo de 2009 el Congreso de Estados Unidos comenzó a discutir la reforma de salud, muchos pensaron que la propuesta podía detener el acelerado crecimiento del turismo médico.

    Cuando en marzo de 2009 el Congreso de Estados Unidos comenzó a discutir la reforma de salud, muchos pensaron que la propuesta podía detener el acelerado crecimiento del turismo médico.

    Después de todo, la nueva ley buscaba favorecer a más de 45 millones de estadounidenses que carecen de seguro médico, muchos de las cuales no tenían más alternativa que viajar al exterior para tratar sus enfermedades.

    Y ahora que, tras meses de discusión y cabildeo, la polémica reforma es ley en Estados Unidos, ¿significa que la industria se encuentra en el umbral del estancamiento?

    Todo lo contrario, dicen los expertos. La reforma le brindará un renovado ímpetu al proceso de tercerización de la salud que se viene registrando hace años en el país y estimulará la floreciente industria latinoamericana dedicada al turismo médico internacional.

    “La nueva ley tendrá un impacto muy positivo en el sector. En vez de abaratar los costos de la atención médica en el país, al final los va a encarecer”, dice Jonathan Edelheit, de la Asociación de Turismo Médico de Estados Unidos.

    A mayores costos en la atención médica, mayores son los incentivos para que los ciudadanos estadounidenses decidan viajar al exterior, un fenómeno que incluso antes de la reforma ya venía creciendo a un ritmo de 35% al año. “Para los próximos años la tendencia debiera prolongarse”, señala Edelheit.

    Según las últimas estimaciones de la asociación, 1,6 millón de estadounidenses viajarán fuera del país para recibir atención médica en 2012, algo menos del doble de los 870,000 pacientes viajeros previstos para este año.

    Para 2017 gastarán en medicinas más de 80,000 millones de dólares entre pasajes, estadías y el tratamiento. Edelheit estima que América Latina podría capturar entre 40% y 50% de ese monto debido a la gran cantidad de hispanos que viven en el país y la facilidad con que pueden montarse en un avión y atenderse en sus países de origen.

    Las carencias

    Que la nueva ley encarezca los costos de la atención médica es causa de sorpresa para algunos en EUA, particularmente debido a que la Casa Blanca se había jugado en promover la reforma como una solución a los problemas que habían convertido el sistema de salud de ese país en uno de los más costosos del mundo.

    Pero el proyecto original fue sometido a numerosas modificaciones a lo largo de su prolongado tránsito en el Congreso, y la versión final quedó por debajo de las expectativas de muchos: sólo obliga a las compañías de seguros a extender la cobertura a gran parte del universo de personas que antes no calificaban para adquirir sus servicios.

    Los expertos recalcan que la ley omitió, entre otras cosas, toda iniciativa para tratar las causas del alto costo de la atención médica en Estados Unidos. Factores como el de la industria farmacéutica, que encarecen los precios de las medicinas, o los costos de las operaciones de los hospitales, quedaron intactos.

    Las pólizas

    Y lo que quizás sea más relevante, la reforma no hace nada por contener la ola de litigios que caracteriza al sistema y que obliga a los doctores estadounidenses a contratar costosas pólizas de seguros para protegerse, y cuyos costos son trasladados después a todos los pacientes.

    Según datos de la industria, los costos de las pólizas pueden variar entre 50 y 200,000 dólares al año, dependiendo del grado de cobertura de las pólizas y la ubicación y especialización de cada médico.

    “No hay muchas cosas en la nueva ley que ayuden a las compañías de seguros a bajar sus costos”, dice Anne Crumlish, consultora sénior de la firma Hewitt Associates. “Al contrario, son muchas las cosas que obligan a las compañías de seguros a entregar beneficios que antes no ofrecían”.

    Según Crumlish, con la nueva ley desaparecerán los denominados “lifetime maximums”, estipulaciones contractuales que limitan la cantidad máxima de beneficios que el usuario puede obtener durante su vida, y se restringirán también las limitaciones que las aseguradoras imponen a los beneficios que cada paciente puede recibir durante el año.

    Tampoco podrán cancelar las pólizas de personas cuando éstas se enferman, excluir de la cobertura a niños debido a condiciones preexistentes, o a los jóvenes cuando terminan la universidad o cumplen 19 años. Ahora podrán seguir en los planes de seguro médico de sus padres hasta que cumplan los 26 años. Devon Herrick, investigador sénior del centro de estudios National Center for Policy Analysis, dice que todos estos costos adicionales llevarán, finalmente, a que muchas compañías de seguros y sus pacientes miren con atención el tipo de servicios que pueden ser contratados en el exterior y en América Latina. Esto constituye un cambio para las aseguradoras estadounidenses, muchas de las cuales hasta hace muy poco se mostraban renuentes a incluir en sus pólizas la opción de recibir atención médica en otros países.

    “Si eres una compañía de seguros y estás pagando 50,000 dólares por una operación de cadera y el asegurado tiene que pagar unos 5,000 de su propio bolsillo, es fácil imaginarse un escenario donde la aseguradora le dice al cliente: te elimino ese costo de cinco mil si consideras la posibilidad de hacerte la operación en Singapur, donde el costo total sería de sólo 15,000 dólares”, dice Herrick.

    Dato


    A la tendencia también se están sumando las cadenas de hospitales, que han comenzado a estudiar la posibilidad de construir nuevas instalaciones en el exterior para sacarles provecho a los bajos costos y al talento que está disponible fuera de Estados Unidos.

    “Ya hemos comenzado a ver muchas de las marcas prestigiosas, como Johns Hopkins y la Cleveland Clinic, explorando los mercados internacionales”, dice Herrick. “Muchas de estas organizaciones saben que la tendencia hacia la tercerización de la medicina es un proceso irreversible en una industria que se torna cada vez más global”.

    Al no resolver los problemas del sistema, la reforma está acelerando ese proceso. “El turismo médico va a beneficiarse de este escenario simplemente porque tendremos que encontrar otras soluciones, y la competencia internacional es una de ellas”, señala el experto.