Los tradicionales desfiles del 1 de mayo reunieron ayer a centenares de miles de personas en el mundo, que se manifestaron desde Hong Kong a Berlín, pasando por La Habana para pedir, principalmente, aumentos salariales.
En España, donde la economía intenta salir de la crisis y donde el paro alcanza a uno de cada cinco activos, los sindicatos preveían más de 80 reuniones y manifestaciones, la más importante celebrada en Valencia.
En Berlín, miles de personas se manifestaron sin incidentes. El presidente del DGB, Michael Sommer, advirtió del descenso de los salarios y denunció que los propietarios de empresas contratan empleados a “buen precio”, procedentes de Europa del este. En África, la fiesta del Trabajo permitió a los sindicatos entregar a las autoridades “cuadernos con reclamaciones”, tal y como ocurrió en Benín o Togo.
En Corea del Sur, más de 50,000 personas reclamaron una mejora en las condiciones de empleo y un alza salarial, estimando que las desigualdades aumentarán.
En Cuba, sin embargo, cientos de miles de personas, entre ellos nuevos trabajadores privados, desfilaron este domingo 1 de mayo en apoyo a las reformas económicas del presidente Raúl Castro que buscan modernizar el agotado modelo socialista de la isla.