28/04/2024
07:36 AM

Reconocimiento en París motiva a productores de cacao en Honduras

La Masica, Atlántida, Honduras.

Habían pasado menos de 24 horas desde que regresó de París, Francia, y ya estaba listo para dar una charla -de la que no pudo prepararse- sobre injertación y además organizar una gira de campo.

Se trata de Aroldo Dubón, jefe del Centro Experimental Demostrativo de Cacao Jesús Alfonso Sánchez (Cedec-Jas) de la Fundación Hondureña de Investigación Agrícola (Fhia), quien lleva 30 años de laborar con esa institución.

El motivo de su viaje por Europa obedeció al reconocimiento de una muestra de cacao desarrollada por la Fhia que se ubicó en el noveno lugar de los mejores cacaos, entre 17 puestos, del Cocoa of Excellence 2015 que eligió un jurado de 26 expertos para la Organización Internacional del Cacao (ICCO por sus siglas en inglés) entre 35 países concursantes.

“ El sabor de este cacao es exquisito como una sinfonía. Cuando la sinfonía termina, este cacao deja marcado en la boca y en el alma la memoria de su exquisitez y su fineza”, dijo Ed Seguine, presidente del jurado de la competencia, durante la premiación.

Foto: La Prensa

La poda es esencial.
No hace mucho, Honduras no era considerado un país productor de cacao de calidad y su escasa producción de 1,400 toneladas métricas por año tampoco contribuyen a que figure entre los que más aportan en la oferta mundial.

No obstante, con este logro se espera que el panorama cambie. A esto se suman los incentivos por los buenos precios en el mercado internacional y países que demandan cada vez más el cultivo que en algún momento fue considerado moneda de cambio.

“Pasamos de que nos vean como productores de cacao de mala calidad a productores de buena calidad. Así como pasó con el café”, refiere Dubón.

De acuerdo con el investigador agrícola, cosechar un cacao de calidad es un proceso que no necesita de gran maquinaria o tecnología;

simplemente, saber cosechar en el momento justo (cuando la bellota esté madura), separarla de las mazorcas dañadas, fermentarla por aparte en cajones y secarla, de preferencia en el sol .

“Si cumple con los requerimientos del comprador puede aspirar a precios por encima de la bolsa de Nueva York”, relata Dubón.

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Un obrero realiza el secado artifical.
Genética y paciencia

“Ese es un gran estímulo para los pequeños productores porque van a venir mayores compradores extranjeros que quieran adquirir nuestro producto y tal vez nos pagan mejor. Es lo que queremos”, comenta Ana Bella Mahchi, productora de cacao y aprendiz de uno de los proyectos ejecutados por la Fhia en La Masica.

Farmacéutica de profesión, Mahchi se dedica a la producción de cacao desde hace cinco años y considera que el trabajar con cacao orgánico ha sido un reto.

Según investigaciones lideradas por la Fhia, la empresa de capital suizo Chocolats Halba y la Fundación Helvetas Honduras, una de las ventajas de la producción de cacao en el país es la disponibilidad de materiales genéticos con herencia de cacaos criollos y amazónicos que producen cacao fino y aromático de buena calidad.

“Trabajo con injertos de cacao y entiendo que es más difícil ver los resultados que con el cacao criollo. Si fuera producción de cacao convencional podría utilizar químicos, pero con cacao orgánico cuesta el proceso”, refiere Mahchi.

El testimonio de la productora asemeja la paciencia y dedicación del equipo de la Fhia que trabaja desde hace tres décadas por desarrollar variedades de calidad y con propiedades de alta resistencia en el cacao.

Dubón muestra el premio que recibió en Francia.
Cooperación

El Cedec (que amplió su nombre en homenaje al ingeniero Jesús Alfonso Sánchez) fue establecido en 1986 como una herramienta de apoyo a la labor en pro del cacao.

Tiene una extensión de 42 hectáreas y su ubicación en La Masica, Atlántida, se debe a que es una de las zonas de mayor concentración del cultivo en Honduras.

Según Dubón, la genética influye con el 50% de la calidad del cacao, pero la otra mitad depende del manejo poscosecha. “Tenemos el potencial, las condiciones agroecológicas, el suelo, el clima y los productores, pero el reto es el mantenimiento y proceso en la cosecha”, recalca.

“Desde 2009 que trabajamos en el proceso de mejoramiento de la calidad en Honduras junto con Fhia, sabíamos que avanzaríamos en eso. Con lo que se ha logrado hasta ahora, estamos satisfechos, pero el trabajo sigue”, indica Luis Regalado, gerente general de Chocolats Halba, empresa responsable de comprar 150 toneladas métricas de cacao.

“El cacao establecido tiene una buena genética, pero no basta para entrar a las grandes líneas del mercado de calidad”, reflexiona Marlen Espinoza, representante de la Fundación Helvetas Honduras. La directiva considera que este reconocimiento es un reto para el país. “Tenemos la calidad, pero ahora falta la producción”, concluye.

Un empleado realiza el secado natural de los granos.