San Pedro Sula, Honduras.
El panorama no se ve nada bien en el primer semestre de 2014 y tampoco mejorará en el cierre, pero sí podría hacerlo en 2015 y 2016. El Banco Mundial (BM) redujo ayer sus proyecciones de crecimiento económico para el mundo y pidió a los países impulsar sus reformas internas, porque de lo contrario correrán el peligro de sufrir un descalabro económico.
Según el informe Perspectivas de la Economía Mundial: Cambio de prioridades, construir para el futuro, que fue publicado ayer por dicho organismo, la economía mundial habrá experimentado un crecimiento de 2.8% al cierre del presente año, lo que significa cuatro décimas menos de lo proyectado en enero.
Entre los factores más importantes que influyen en un menor desempeño figuran las malas condiciones climáticas en los Estados Unidos -que apenas crecerá 2.1%-, la crisis en Ucrania, el restablecimiento del equilibrio en China, los disturbios políticos en varias economías de ingresos medianos, el lento avance en las reformas estructurales y las limitaciones en materia de capacidad.
A pesar de la revisión a la baja se mantienen las estimaciones de crecimiento en 3.4% para 2015 y en 3.5% para 2016.
Esas cifras se acompañan también por la revisión de la previsión del producto interno bruto (PIB) para los países en desarrollo al 4.8% este año, un valor bastante inferior a su estimación de 5.3% realizada en enero. Sin embargo, hay indicios que sugieren un fortalecimiento de 5.4% en 2015 y de 5.5% en 2016.
Cuellos de botella
América Latina y el Caribe, Asia oriental, África y el Pacífico presentan cuellos de botella por el lado de la oferta de productos, lo que les impide un crecimiento más fuerte, según el organismo internacional.
No obstante, se destaca que “la mayoría de los países de América Latina operan a plena capacidad, pero se proyecta que el fortalecimiento del PIB en Argentina, Brasil y México impulsará el crecimiento regional de un débil 1.9% este año a alrededor de 3.5% en 2016”.
Según el BM, en el mediano plazo se requiere el fortalecimiento de la política macroeconómica. Además, advierte “episodios de volatilidad mientras los mercados especulan respecto respecto del momento y la magnitud de los cambios en la política macroeconómica”.
“Qué tan bien logren los países en desarrollo sortear futuros episodios de volatilidad dependerá de la solidez de sus economías nacionales y del espacio disponible en materia de políticas fiscal para contrarrestar las crisis. Las actuales condiciones financieras mundiales propicias proveen una ventanilla (breve) de oportunidades para ordenar las economías nacionales.
Los balances fiscales se han deteriorado considerablemente desde 2007 y, pese al sólido crecimiento, los niveles de endeudamiento han aumentado en 10% o más del PIB en más de la mitad de los países en desarrollo”, señala el informe.
Otra de las recomendaciones es la reconstrucción de las reservas fiscales mediante la reducción del déficit, “especialmente en un entorno de mediano plazo, donde es probable que aumenten los costos del servicio de la deuda y, en el caso de los exportadores de productos básicos, donde es posible que se debiliten los ingresos públicos”.
Los efectos en Honduras
Para Rafael Delgado, presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), capitulo norte, los problemas de los principales mercados de exportación de Honduras, sobre todo EUA, repercuten directamente en la economía nacional.
“Estados Unidos sigue siendo el socio más importante y con tasas de crecimiento de 2% no representan nada prometedor para Honduras, que depende mucho de las exportaciones de bienes a este país, de la inversión extranjera directa norteamericana, como también de las remesas que nos envían los expatriados trabajando allá”, manifiesta.
Dentro de ese contexto, el economista considera importante una reforma de Estado balanceada que recapitalice las empresas públicas y “no las venda”.
“Es de vital importancia la reforma tributaria que reduzca tasas, pero también las exoneraciones. Es muy importante mejorar la calidad del gasto y de la inversión pública para que llegue a los más necesitados. La reforma que se debe emprender implica, además, potenciar los recursos que tenemos en el sector agropecuario, mejorando el acceso a formación, crédito, tierras de los sectores excluidos de la población”, señala.
Bajo las condiciones dadas, Delgado estima que no será posible lograr tasas de crecimiento arriba del 3% en 2014.
Esa proyección siempre está dentro del rango establecido en el Programa Monetario 2014-2015, que oscila entre 2.5 y 3.5%.
Menos inversión extranjera
Federico Álvarez, expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), dice que si EUA experimenta un crecimiento muy pequeño afecta a Honduras debido a que se reduce la demanda de productos hondureños.
“Gracias a Dios Estados Unidos está creciendo aunque sea un poquito, porque esa es nuestra fuente principal. Pero nos va a afectar en la capacidad que tendrán los compatriotas que viven en EUA de seguir enviando remesas y la disminución o igualdad de las exportaciones hondureñas.
Por otro lado, el analista ve reducida la aspiración de crecimiento de envíos a la Unión Europea y menos inversión extranjera en el país.
“Eso va a seguir siendo muy deprimido y va seguir todavía menor. La esperanza que teníamos de que los países del sudeste asiático vinieran a invertir a Honduras ya casi no la tenemos. La transferencia de capitales ya no la veo venir”, concluye Álvarez.
El panorama no se ve nada bien en el primer semestre de 2014 y tampoco mejorará en el cierre, pero sí podría hacerlo en 2015 y 2016. El Banco Mundial (BM) redujo ayer sus proyecciones de crecimiento económico para el mundo y pidió a los países impulsar sus reformas internas, porque de lo contrario correrán el peligro de sufrir un descalabro económico.
Según el informe Perspectivas de la Economía Mundial: Cambio de prioridades, construir para el futuro, que fue publicado ayer por dicho organismo, la economía mundial habrá experimentado un crecimiento de 2.8% al cierre del presente año, lo que significa cuatro décimas menos de lo proyectado en enero.
Entre los factores más importantes que influyen en un menor desempeño figuran las malas condiciones climáticas en los Estados Unidos -que apenas crecerá 2.1%-, la crisis en Ucrania, el restablecimiento del equilibrio en China, los disturbios políticos en varias economías de ingresos medianos, el lento avance en las reformas estructurales y las limitaciones en materia de capacidad.
A pesar de la revisión a la baja se mantienen las estimaciones de crecimiento en 3.4% para 2015 y en 3.5% para 2016.
Esas cifras se acompañan también por la revisión de la previsión del producto interno bruto (PIB) para los países en desarrollo al 4.8% este año, un valor bastante inferior a su estimación de 5.3% realizada en enero. Sin embargo, hay indicios que sugieren un fortalecimiento de 5.4% en 2015 y de 5.5% en 2016.
Cuellos de botella
América Latina y el Caribe, Asia oriental, África y el Pacífico presentan cuellos de botella por el lado de la oferta de productos, lo que les impide un crecimiento más fuerte, según el organismo internacional.
No obstante, se destaca que “la mayoría de los países de América Latina operan a plena capacidad, pero se proyecta que el fortalecimiento del PIB en Argentina, Brasil y México impulsará el crecimiento regional de un débil 1.9% este año a alrededor de 3.5% en 2016”.
Según el BM, en el mediano plazo se requiere el fortalecimiento de la política macroeconómica. Además, advierte “episodios de volatilidad mientras los mercados especulan respecto respecto del momento y la magnitud de los cambios en la política macroeconómica”.
“Qué tan bien logren los países en desarrollo sortear futuros episodios de volatilidad dependerá de la solidez de sus economías nacionales y del espacio disponible en materia de políticas fiscal para contrarrestar las crisis. Las actuales condiciones financieras mundiales propicias proveen una ventanilla (breve) de oportunidades para ordenar las economías nacionales.
Los balances fiscales se han deteriorado considerablemente desde 2007 y, pese al sólido crecimiento, los niveles de endeudamiento han aumentado en 10% o más del PIB en más de la mitad de los países en desarrollo”, señala el informe.
Otra de las recomendaciones es la reconstrucción de las reservas fiscales mediante la reducción del déficit, “especialmente en un entorno de mediano plazo, donde es probable que aumenten los costos del servicio de la deuda y, en el caso de los exportadores de productos básicos, donde es posible que se debiliten los ingresos públicos”.
Los efectos en Honduras
Para Rafael Delgado, presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), capitulo norte, los problemas de los principales mercados de exportación de Honduras, sobre todo EUA, repercuten directamente en la economía nacional.
“Estados Unidos sigue siendo el socio más importante y con tasas de crecimiento de 2% no representan nada prometedor para Honduras, que depende mucho de las exportaciones de bienes a este país, de la inversión extranjera directa norteamericana, como también de las remesas que nos envían los expatriados trabajando allá”, manifiesta.
Dentro de ese contexto, el economista considera importante una reforma de Estado balanceada que recapitalice las empresas públicas y “no las venda”.
“Es de vital importancia la reforma tributaria que reduzca tasas, pero también las exoneraciones. Es muy importante mejorar la calidad del gasto y de la inversión pública para que llegue a los más necesitados. La reforma que se debe emprender implica, además, potenciar los recursos que tenemos en el sector agropecuario, mejorando el acceso a formación, crédito, tierras de los sectores excluidos de la población”, señala.
Bajo las condiciones dadas, Delgado estima que no será posible lograr tasas de crecimiento arriba del 3% en 2014.
Esa proyección siempre está dentro del rango establecido en el Programa Monetario 2014-2015, que oscila entre 2.5 y 3.5%.
Menos inversión extranjera
Federico Álvarez, expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), dice que si EUA experimenta un crecimiento muy pequeño afecta a Honduras debido a que se reduce la demanda de productos hondureños.
“Gracias a Dios Estados Unidos está creciendo aunque sea un poquito, porque esa es nuestra fuente principal. Pero nos va a afectar en la capacidad que tendrán los compatriotas que viven en EUA de seguir enviando remesas y la disminución o igualdad de las exportaciones hondureñas.
Por otro lado, el analista ve reducida la aspiración de crecimiento de envíos a la Unión Europea y menos inversión extranjera en el país.
“Eso va a seguir siendo muy deprimido y va seguir todavía menor. La esperanza que teníamos de que los países del sudeste asiático vinieran a invertir a Honduras ya casi no la tenemos. La transferencia de capitales ya no la veo venir”, concluye Álvarez.
