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Piñeros se organizan para obtener mejores precios

  • Actualizado: 08 abril 2013 /

Las pérdidas que ocasionan los intermediarios a los productores de piña los motivaron a agruparse; ahora buscan establecer un centro de acopio .

A 37 grados de temperatura se sacude el sudor. Con pala en mano, Santos Sevilla labra afanoso la tierra, el objetivo es obtener ganancias para su familia por medio del cultivo de media manzana de tierra que debe producir al menos 12 mil piñas.

Sevilla no es el único campesino que busca ingresos con este cultivo en el sector de El Bambú, municipio de Santa Cruz de Yojoa. Existen cientos como él.

La cosecha de piña en esa zona llegará dentro de un mes, pero para algunos productores las ganancias han sido pocas por la prevalencia de los coyotes.“Gasté 60 mil lempiras y apenas gané, pero supe que mis piñas llegaron a Tegucigalpa y las vendieron a 34 lempiras ¡y yo se las vendí a 7!”, reclama el campesino.

A solo unos metros está una piñera cultivada con 200 manzanas de tierra. Aquí la historia es diferente, pues pertenece a 23 productores agrupados en la cooperativa Asociación de Productores de Piña de Honduras (Apropih). Uno de ellos es Juan José Nuñez. “Hemos crecido. Hay que lograr mercado.Vendemos el producto mediante intermediarios, pero el objetivo es hacerlo directo”, sostiene.

Carlos Zavala, secretario de Apropih, aseguró que cada campesino tiene entre dos y tres manzanas y estar asociado trae grandes ventajas. Por ejemplo, si un campesino invierte en una manzana de tierra, obtiene el doble en ganancias. “Por una manzana se logran 30 mil unidades. El costo de producción por cada piña está en 6.70 lempiras; en total, en una manzana se invierten L150 mil y se pueden sacar hasta L300 mil. Las utilidades son del 100%”, explica.

Otra ventaja de estar asociado es que el campesino obtiene asesoría técnica, lo que repercute positivamente en su productividad. Además, logra acercamientos para asegurar la exportación a otros países.

En El Bambú se cultivan dos tipo de piñas: la MD-2 y, en menor cantidad, la piña azucarón.

Durante la cosecha, que va de mayo a agosto, la producción se vende en los mercados de Tegucigalpa y San Pedro Sula. “Cada año subimos en producción un 20%. En los meses pico producimos unas 300 cargas de 50 unidades cada una. El promedio de venta de cada piña es de 10 a 12 lempiras”, mencionó el cooperativista.

Centro de acopio

La meta de estos labradores va más allá de mantener la venta en los mercados para lograr mayores ganancias. Buscan eliminar a los intermediarios con el establecimiento de un centro de acopio que fije un precio estándar de la piña, con el objetivo de ayudar a campesinos en la situación de don Santos, y ya no ser estafados por los denominados coyotes.

Luis Eduardo Mejía, jefe de la unidad de Sanidad Vegetal del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa), mencionó que mediante el proyecto Horizontes del Norte buscan obtener el 75% del financiamiento, pero el próximo paso es exportar el producto, para lo cual “necesitamos que más productores se agrupen con nosotros”, apuntó.