Tegucigalpa. Según un estudio del Banco Central de Honduras (BCH), de enero a febrero de 2014, el sector residencial contabilizó un área construida de 62,225 metros cuadrados, que significaron una caída de 11,251 metros en relación con lo registrado en 2013.
Aunque es una mala noticia para el sector de la vivienda, Héctor Briceño, desarrollador de proyectos habitacionales y exministro de Vivienda, indica que la situación podría mejorar en el segundo semestre de este año.
-¿Cómo visualiza el sector construcción de viviendas en 2014?
Lo quiero enfocar desde dos ángulos: hay una momentánea caída de la construcción. En los valores que muestra el primer trimestre de este año se observa una caída en la construcción de vivienda, únicamente en este sector.
Esto es medible de acuerdo con el número de familias que han tenido acceso a un préstamo de viviendas mediante fondos del RAP o de Banhprovi. Las razones por las que creemos que ha bajado el número de préstamos han sido básicamente la falta de empleo en los jóvenes, que son quienes necesitan un hogar.
También existen dos condiciones para que una familia joven compre su casa: primero que tengan recursos a largo plazo, y eso se cumple.
Hay recursos en el sistema financiero. Banhprovi cuenta con más de L3 mil millones y el RAP con L3 mil millones para este año.
El segundo requerimiento para construir viviendas de forma masiva es que haya empleo. Hemos observado una debilidad momentánea y al no tener trabajo ningún banco del sistema financiero le va a prestar a una familia que no trabaja.
-¿Cree que con el nuevo Gobierno el desempleo baje?
Estamos optimistas. El presidente Juan Orlando Hernández ha dado síntomas de una intención clara de recuperar la economía del país. Está tratando todos los sectores productivos y de fomentar el empleo masivamente.
Esto ha motivado a que muchas empresas nacionales e internacionales estén tratando de invertir en Honduras.
-¿Qué ha pasado con los proyectos habitacionales en el país?
En este momento hay una pausa. En el caso de Tegucigalpa, por el agua, por la escasez, había un proyecto en el Valle de Amarateca, al norte de la capital, pero está catalogada como zona protegida. Y el otro aspecto que retiene los proyectos es la falta de empleo.
-¿Cómo afecta el aumento en los materiales de construcción?
Los incrementos anuales al hierro, al cemento y otros materiales tienen incidencia en la construcción. Yo diría que aumentan en 10% anual el costo de una casa.
-¿Cuánto hay que esperar para que repunte la construcción de viviendas?
Diría que en el segundo semestre del año habrá un repunte y confiamos en que las propuestas del Presidente se concreticen. También, si mejoramos la seguridad ciudadana, vamos a ver los resultados positivos este año.
-¿Cuántos empleos ha dejado de ofrecer el rubro?
La vivienda genera unos 100 mil empleos en todo el país, entre formales e informales, y este primer trimestre hemos estado a un ritmo del 50%. Quiere decir que el resto se ha dejado de generar.
Estamos preocupados, pero al mismo tiempo optimistas, y creemos en lo que estamos haciendo. Hay que dar pasos adelante y no podemos quedarnos estancados.
-¿Y el sector comercial?
En este sector no se ha visto la contracción. Hay centros comerciales en construcción, hoteles en las principales ciudades del país y creo que allí nos mantendremos o tal vez haya un repunte. No ha disminuido la construcción en este segmento. Las empresas están invirtiendo.
-¿Qué expectativas hay con Banrural?
Muy buenas porque va enfocado en pequeños productores y el sector informal, que representa el 70% en la economía y carece de requerimientos bancarios y las garantías que le ofrece un banco tradicional.
Se estará llegando a los sectores que muchos años se han olvidado y esa es la idea: que obtengan préstamos para mejora y adquisición de viviendas.
Necesitamos tasas de interés bajo. Ningún país se puede desarrollar sin tasas preferenciales de largo plazo.