Los buenos números en las exportaciones, las elevadas cifras de desempleo y las preocupaciones de una posible recesión en los principales mercados se conjugan bajo un denominador común: la necesidad que tiene Honduras de desplegar políticas congruentes para estimular mayores y mejores niveles de inversión, opinan diversos representantes del sector empresarial.
El país cuenta con ventajas interesantes para atraer capitales: abundancia de recursos naturales, ubicación geográfica privilegiada y, como indica una fuente de la Fundación para la Inversión y Desarrollo de las Exportaciones, FIDE, “cuando la economía mundial sigue mostrando síntomas de recesión, países como Honduras resultan una alternativa viable”, tanto por su ubicación como por sus costos relativamente bajos.
Otro factor que obra en favor de Honduras es la mano de obra calificada. El representante de FIDE comenta que “con una capacitación adecuada, la mano de obra hondureña tiene niveles de productividad”, idénticos o superiores a sus competidores. De esto hizo eco, Daniel Facussé, presidente de la Asociación Hondureña de Maquiladores, AHM, quien menciona que “se reconoce que el profesional hondureño es uno de los mejores del mundo”, no se trata de que la inversión se convierta en una panacea que venga a resolver todos los problemas.
Honduras tiene que afrontar y también resolver importantes cuestiones en materia de salud, educación y seguridad, pero tampoco debe descuidar la parte de las inversiones, en especial cuando la economía mundial no atraviesa su mejor momento.
Las cifras parecen respaldar la idea de que en materia de producción y exportaciones, Honduras no lo está haciendo mal. Las proyecciones de crecimiento económico como las que realiza el Fondo Monetario Internacional, FMI, ubican el crecimiento del producto interno bruto, PIB, para este año entre el 3 y el 4%.
Contradicciones
A pesar de contar con todas estas ventajas, y considerando la fuerte competencia que enfrenta de parte de sus vecinos y la alta tasa de desempleo (que ronda los 1.6 millones de personas, según estadísticas oficiales), la sostenibilidad de los resultados obtenidos podrían tambalearse debido a la falta de políticas congruentes con la inversión.
Un punto de tales incongruencias lo señala Fernando García, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Industriales, ANDI, al señalar lo que considera como un “discurso de ataque” en contra de la iniciativa privada, lo que se percibe como una contradicción, y que el economista Jorge Interiano llama “falta de coherencia de parte del Gobierno”.
García señala el buen trabajo realizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores al organizar el evento Honduras is Open for Business, HOB, para luego echar por tierra esa labor con la aplicación de lo que consideran inconstitucionales reformas tributarias y nuevas tasas impositivas.
A lo anterior se suman los problemas en el suministro energético y los altos costos de la energía eléctrica, la falta de seguridad jurídica en lo referente a la propiedad y un creciente costo en la mano de obra, todo lo cual combinado produce un ambiente crispado que termina por alejar la inversión.
“Las reglas del juego se tienen que mantener en el tiempo, junto con los incentivos, y eso no está pasando”, dice García.
En contraste con la situación actual, el empresario José Martín Chicas recordó que hace apenas tres años Honduras estaba captando inversiones anuales “de entre 1,500 y 1,900 millones de dólares, mientras que actualmente andamos en el orden de los 700 millones”, dijo.
Aunque una parte de la responsabilidad puede adjudicarse a la vacilación de los mercados internacionales, también es culpa de la inestabilidad en las reglas del juego, responsable del clima de confrontación que en fechas recientes ha caracterizado la relación entre el sector privado y el público, explican los consultados.
“Eso no manda un mensaje de confianza al inversionista nacional como extranjero”, comentó Chicas, al describir una situación que está siendo aprovechada por los competidores en tanto Gobierno, trabajadores y empresa privada no tiren en la misma dirección.