Uno de los proyectos más ambiciosos para reducir la pobreza, la Estrategia para la Reducción de la Pobreza, ERP, alcanzada gracias a la condonación de la deuda externa durante la administración de Ricardo Maduro, se ha diluido por la crisis política de 2009 y por las bajas transferencias a las alcaldías que impiden desarrollar los proyectos que los habitantes esperan.
En 2001 se anunció que más de 1,800 millones de dólares serían destinados a la estrategia, pero, en vez de reducir la pobreza, los últimos informes de organizaciones nacionales e internacionales revelaron que en Honduras aumentó el número personas que viven en esa condición por la carencia de los fondos en las municipalidades.
Al 2010, los fondos adeudados a las municipalidades son más de 2,050 millones de lempiras, tomando en cuenta que cada año se debieron transferir L 700 millones.
En 2006, de los 700 millones sólo se entregaron 150 y quedó una deuda pendiente de 550 millones. Para 2007 se tenían que entregar a los pobres 1,250 millones -700 establecidos para el año y 550 pendientes de 2006-, pero el gobierno del ex presidente Manuel Zelaya sólo entregó 600 millones, quedando una deuda de 650 millones. En 2008 se entregaron los 700 millones, pero quedó sin pagar el saldo anterior de 650 millones de lempiras.
Para 2009 y 2010, los fondos de la ERP -1,400 millones- destinados a la construcción de viviendas, apoyo a mipymes y a proyectos de desarrollo rural no fueron entregados, elevando la deuda 2,050 millones.
Pasa al Plan de Nación
El gobierno de Porfirio Lobo rediseñó, con el Plan de Nación, el manejo de la ERP y absorbió los lineamientos para la reducción de la pobreza, generación de activos e igualdad de oportunidades.
La inserción de la ERP en el Plan de Nación ha hecho que la figura del comisionado para la ERP desapareciera y el programa fuera asumido por la Secretaría de Desarrollo y Planificación. Sin embargo, la ejecución ha sido afectada porque la captación de recursos de alivio de la deuda externa -a causa del lento reconocimiento del nuevo Gobierno- ha sido tan escasa que no llegarán a las comunidades.
El subsecretario de Estado para la Competitividad e Innovación, Julio César Raudales, explicó que “no se han destinado más recursos a las municipalidades porque no hay fondos de condonación de deuda”.
Agregó que hay un fondo ERP que funciona para otros aspectos que también conforman el programa. Este año presupuestaron 31,023.1 millones de lempiras que están siendo ejecutados en programas de salud y educación. Los 17.6 millones de dólares recién aprobados por el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, servirán para el programa, pero serán en calidad de préstamo.
Deuda creciente
ángel Velásquez, coordinador de la Unidad Técnica de la Alcaldía de Potrerillos, uno de los municipios que menos fondos de la ERP reciben, declaró que con lo poco que les han dado se ha ayudado a muchos pobres, pero se esperan nuevos desembolsos. “Desde que ocurrió la situación política del año anterior no hemos recibido nada. Todavía esperamos 1,730,941.38 lempiras que corresponden al período 2009-2010”, dijo.
Marvely Rodríguez, técnica ERP de la Municipalidad de Pimienta, aseguró que la alcaldía ha tenido que buscar donaciones de otros organismos para desarrollar los proyectos pendientes.
En ambos municipios, ubicados en el departamento de Cortés, los fondos desembolsados en el período 2006-2008 llegaron a las manos de personas que realmente los necesitaban. Prueba de ello es el apoyo a las muchas microempresas, viviendas y proyectos de desarrollo agrícola. En Potrerillos, la inversión total durante los tres años fue de 5,158,205 lempiras, con un porcentaje de desembolso anual de L 1,730,941.38. En Pimienta, el monto total fue de 4,641,000 lempiras con un promedio anual desembolsado de L 1,547,000.
Beneficiados
La microempresa Mujeres Visionarias, localizada en Potrerillos, se dedica a la venta de comida casera. Comenzó con un capital semilla de 110,000 lempiras procedentes de la ERP en el año 2006 y ahora opera con más de 240,000 lempiras, logrando un cambio en el estilo de vida de las diez mujeres solteras que la administran. María Cristina Chávez, socia de la mipyme, detalló que “nos dieron dos desembolsos, uno de 40,000 y otro de 66,000 lempiras. Gracias a eso hemos duplicado el capital semilla y tenemos un salario de 1,500 lempiras y un bono que se nos otorga cada seis meses. Ahora podemos acceder a préstamos hasta de 15,000 lempiras dentro de la propia microempresa”.
En el sector vivienda, uno de los barrios beneficiados con estos recursos fue El Pedregal, cuyo último desembolso de 100,172.10 lempiras que benefició a 180 personas de 36 familias. Heriberto Ramírez Lozano es un campesino cuya vivienda al inicio estaba construida sólo con plásticos que cobijaban a sus seis hijos y esposa. Con los últimos desembolsos de la ERP logró que le repararan el techo y el piso de su casa.
En Pimienta, los desembolsos se invirtieron en 45 proyectos de mipymes y de agricultura, beneficiando a personas como Francisco Zúniga, un fotógrafo de 62 años que logró desarrollar su microempresa familiar, un estudio fotográfico iniciado con un capital semilla de 32,000 lempiras que le dio su “primer impulso” y ahora le da ganancias para mantener a su familia.