Río de Janeiro, Brasil.
Enfrascada en un escándalo cada vez más profundo, Petróleo Brasileiro SA afirma ser víctima de una confabulación de contratistas que perjudicaron a la empresa y pagaron sobornos a ejecutivos y políticos corruptos.
Algunos expertos, sin embargo, dicen que el argumento podría sonar poco convincente a los oídos de las autoridades estadounidenses que investigan posibles violaciones de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, por sus siglas en inglés) por parte de la petrolera estatal brasileña.
La Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) lleva a cabo una investigación sobre el escándalo y ha recibido información durante más de un mes de un equipo especial de fiscales brasileños que trabajan en el caso, según el procurador federal Carlos Fernando dos Santos Lima.
“Quieren saber exactamente si (Petrobras) tiene responsabilidad por el pago de estos sobornos”, dice Lima en referencia a la SEC, cuya investigación fue revelada el fin de semana pasado por el diario británico Financial Times.
Según los fiscales, el director de refinación de Petrobras entre 2004 y 2012, Paulo Roberto Costa, concedió proyectos a miembros de un presunto cartel de constructoras brasileñas que de manera sistemática inflaron sus costos en hasta 20%.
Estas empresas pagaron hasta 3% del valor total de un contrato en forma de sobornos a Costa, políticos brasileños y personas dedicadas al lavado de dinero.
Costa, quien está bajo arresto domiciliario y no pudo ser contactado, está cooperando con los investigadores en Brasil con una declaración de culpabilidad negociada y aportó gran parte de la información sobre la presunta corrupción.
El Departamento de Justicia de EE.UU., que investiga violaciones de la FCPA y tiene una jurisdicción incluso más amplia que la SEC, también está investigando el caso, según Financial Times. Lima ha dicho que su equipo no ha sido contactado por el Departamento de Justicia.
En una declaración enviada por correo electrónico el miércoles, Petrobras señaló que no estaba al tanto de la investigación del Departamento de Justicia ni de la SEC. La empresa añadió que “ya se ha contactado con las susodichas entidades estadounidenses, informándoles sobre el inicio de los esfuerzos para investigar las acusaciones contra la compañía”.
La SEC y el Departamento de Justicia prefirieron no realizar comentarios el miércoles. Lima asegura que los fiscales brasileños consideran a Petrobras como una víctima de ejecutivos y políticos corruptos y del presunto cartel de empresas de construcción. “Los empleados de Petrobras fueron corrompidos, pero la compañía en sí no pagó nada”, sostiene Lima. “Fueron los contratistas quienes pagaron”.
La petrolera estatal concuerda con la interpretación del escándalo. “Petrobras quiere reafirmar, finalmente, que es reconocida oficialmente por las autoridades públicas como una víctima”, indicó la empresa en un comunicado el mes pasado. Prometió realizar una rigurosa investigación interna y colaborar con las autoridades locales.
Según las directrices del Departamento de Justicia de EE.UU. para procesar a organizaciones empresariales, “una corporación puede solamente actuar a través de” personas y puede ser responsabilizada por malas conductas de sus empleados. La confesión de Costa de que recibió sobornos de firmas que forman parte del presunto cartel, y de que estaba al tanto de pagos a los políticos, podría llevar a las autoridades estadounidenses a presentar cargos contra Petrobras, afirman expertos.
“La gran mayoría de las medidas de supervisión de la FCPA está de hecho basada en pagos indirectos”, dice Mike Koehler, profesor de derecho de la Universidad del Sur de Illinois. “Si Petrobras pagó una suma inflada a un contratista, las preguntas serán: ¿por qué, estaban al tanto de que estaba inflado, y qué medidas tomaron para remediar la situación o simplemente aceptaron el precio inflado con una idea o sospecha de que iría a otro lado?”.
Lima dice que los ejecutivos a cargo de otras divisiones estuvieron involucrados en casos similares al que describe Costa.
En declaraciones grabadas suministradas por un tribunal brasileño, Costa afirmó que los partidos políticos de la coalición gobernante nominaron a los directores de varias divisiones de la empresa y que había un amplio conocimiento de los sobornos.
Costa realizó las declaraciones como parte de una declaración de culpabilidad negociada. Los partidos que conforman la coalición de gobierno han negado las acusaciones.
Según los fiscales, entre ocho y 16 de las mayores constructoras de Brasil coludieron para encarecer los contratos de Petrobras en hasta 20% sobre las estimaciones de referencia de la compañía. Hasta 3% del valor de un contrato habría sido utilizado para pagar sobornos.
Las estipulaciones antisobornos de la FCPA se aplican sólo a aquellos que pagan coimas, no a los que las reciben. La legislación también tiene estipulaciones de libros y registros y de controles internos, que son más amplias.
Tom Fox, un consultor de Houston especializado en la FCPA que ha estado siguiendo el caso de Petrobras, no sabe con certeza si las autoridades estadounidenses considerarán a la empresa responsable de los presuntos pagos de sobornos.
“Eso es lo que lo hace tan interesante, porque normalmente EE.UU. no investiga a la compañía que ha recibido las coimas”, explica Fox.
Enfrascada en un escándalo cada vez más profundo, Petróleo Brasileiro SA afirma ser víctima de una confabulación de contratistas que perjudicaron a la empresa y pagaron sobornos a ejecutivos y políticos corruptos.
Algunos expertos, sin embargo, dicen que el argumento podría sonar poco convincente a los oídos de las autoridades estadounidenses que investigan posibles violaciones de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, por sus siglas en inglés) por parte de la petrolera estatal brasileña.
La Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) lleva a cabo una investigación sobre el escándalo y ha recibido información durante más de un mes de un equipo especial de fiscales brasileños que trabajan en el caso, según el procurador federal Carlos Fernando dos Santos Lima.
“Quieren saber exactamente si (Petrobras) tiene responsabilidad por el pago de estos sobornos”, dice Lima en referencia a la SEC, cuya investigación fue revelada el fin de semana pasado por el diario británico Financial Times.
Según los fiscales, el director de refinación de Petrobras entre 2004 y 2012, Paulo Roberto Costa, concedió proyectos a miembros de un presunto cartel de constructoras brasileñas que de manera sistemática inflaron sus costos en hasta 20%.
Estas empresas pagaron hasta 3% del valor total de un contrato en forma de sobornos a Costa, políticos brasileños y personas dedicadas al lavado de dinero.
Costa, quien está bajo arresto domiciliario y no pudo ser contactado, está cooperando con los investigadores en Brasil con una declaración de culpabilidad negociada y aportó gran parte de la información sobre la presunta corrupción.
El Departamento de Justicia de EE.UU., que investiga violaciones de la FCPA y tiene una jurisdicción incluso más amplia que la SEC, también está investigando el caso, según Financial Times. Lima ha dicho que su equipo no ha sido contactado por el Departamento de Justicia.
En una declaración enviada por correo electrónico el miércoles, Petrobras señaló que no estaba al tanto de la investigación del Departamento de Justicia ni de la SEC. La empresa añadió que “ya se ha contactado con las susodichas entidades estadounidenses, informándoles sobre el inicio de los esfuerzos para investigar las acusaciones contra la compañía”.
La SEC y el Departamento de Justicia prefirieron no realizar comentarios el miércoles. Lima asegura que los fiscales brasileños consideran a Petrobras como una víctima de ejecutivos y políticos corruptos y del presunto cartel de empresas de construcción. “Los empleados de Petrobras fueron corrompidos, pero la compañía en sí no pagó nada”, sostiene Lima. “Fueron los contratistas quienes pagaron”.
La petrolera estatal concuerda con la interpretación del escándalo. “Petrobras quiere reafirmar, finalmente, que es reconocida oficialmente por las autoridades públicas como una víctima”, indicó la empresa en un comunicado el mes pasado. Prometió realizar una rigurosa investigación interna y colaborar con las autoridades locales.
Según las directrices del Departamento de Justicia de EE.UU. para procesar a organizaciones empresariales, “una corporación puede solamente actuar a través de” personas y puede ser responsabilizada por malas conductas de sus empleados. La confesión de Costa de que recibió sobornos de firmas que forman parte del presunto cartel, y de que estaba al tanto de pagos a los políticos, podría llevar a las autoridades estadounidenses a presentar cargos contra Petrobras, afirman expertos.
“La gran mayoría de las medidas de supervisión de la FCPA está de hecho basada en pagos indirectos”, dice Mike Koehler, profesor de derecho de la Universidad del Sur de Illinois. “Si Petrobras pagó una suma inflada a un contratista, las preguntas serán: ¿por qué, estaban al tanto de que estaba inflado, y qué medidas tomaron para remediar la situación o simplemente aceptaron el precio inflado con una idea o sospecha de que iría a otro lado?”.
Lima dice que los ejecutivos a cargo de otras divisiones estuvieron involucrados en casos similares al que describe Costa.
En declaraciones grabadas suministradas por un tribunal brasileño, Costa afirmó que los partidos políticos de la coalición gobernante nominaron a los directores de varias divisiones de la empresa y que había un amplio conocimiento de los sobornos.
Costa realizó las declaraciones como parte de una declaración de culpabilidad negociada. Los partidos que conforman la coalición de gobierno han negado las acusaciones.
Según los fiscales, entre ocho y 16 de las mayores constructoras de Brasil coludieron para encarecer los contratos de Petrobras en hasta 20% sobre las estimaciones de referencia de la compañía. Hasta 3% del valor de un contrato habría sido utilizado para pagar sobornos.
Las estipulaciones antisobornos de la FCPA se aplican sólo a aquellos que pagan coimas, no a los que las reciben. La legislación también tiene estipulaciones de libros y registros y de controles internos, que son más amplias.
Tom Fox, un consultor de Houston especializado en la FCPA que ha estado siguiendo el caso de Petrobras, no sabe con certeza si las autoridades estadounidenses considerarán a la empresa responsable de los presuntos pagos de sobornos.
“Eso es lo que lo hace tan interesante, porque normalmente EE.UU. no investiga a la compañía que ha recibido las coimas”, explica Fox.