25/04/2024
02:29 AM

El exportador hotelero que vino desde Colombia

Jorge Londoño, presidente el Grupo GHL, administradores de hoteles Hyatt, LQ, Hilton y otros

Tegucigalpa, Honduras.

El empresario Jorge Londoño Riani es un psicólogo que hace 50 años tuvo la visión de lo que hoy es el desarrollo turístico y hotelero en el mundo.

El Grupo Hotelero Londoño (GHL) es una de las compañías multilatinas de mayor prestigio.

Es el operador de los hoteles Sheraton, Hilton, Wyndham, Sonesta Collection, Four Points y Novatel en Latinoamérica.

Hoy tiene 56 hoteles en esta parte del continente americano, de los cuales 26 están en Colombia.

Sin embargo, el desarrollo hotelero es una línea de su grupo empresarial GHL, pues también lidera negocios de centros de convenciones, restaurantes, catering, innovación y tecnología, turismo vacacional, iniciativa social e inversiones.

Además, trabaja con varias ONG que se relacionan con la conservación y el medio ambiente.

GHL se ha convertido en un grupo multinacional, con operaciones en 13 países: Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Curazao, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador. Al año está facturando más de $350 millones.

Esto es resultado, según Jorge Londoño, CEO de la compañía, de su proceso de internacionalización, que empezó en 1987, lo que convierte a su grupo en una de las primeras firmas colombianas que le apostó a un proceso serio de expansión en el exterior.

La principal línea del grupo son los hoteles, sin embargo, durante los últimos años su portafolio ha crecido de manera importante.

Ahora también cuenta con operaciones en restaurantes (a través de un acuerdo con los hermanos Rausch), catering, centros de convenciones, clubes vacacionales y fondo de inversiones, además cuenta con un programa de responsabilidad social empresarial.

Expansión hotelera

En hotelería –su línea más importante– cerrará 2015 con 70 hoteles en 13 países.

Andrés Sánchez, director de desarrollo de GHL, explicó los próximos planes de la compañía: “Este año abrimos Four Points Sheraton en Barranquilla, con 126 cuartos; se hará la preapertura del GHL Collection (175 habitaciones); estamos abriendo GHL Montería (93 habitaciones); Sonesta Ibagué (126 habitaciones) y la segunda torre del hotel Bioxury de la Calle 82 con 9 en Bogotá, que de 50 cuartos pasa a 100”.

En el exterior los planes no son menos ambiciosos. Sánchez explicó que “nuestro más importante crecimiento en este año y los próximos es el desarrollo de cinco Hyatt Place en Centroamérica.

Este año estamos abriendo el primero en Tegucigalpa, con 126 cuartos, y en San Pedro Sula (140 cuartos), ambos en Honduras; en Managua abrimos a final de año (140 habitaciones); en Guatemala abrimos en 2016; y terminamos San Salvador con 125 cuartos”.

El “boom” de inversiones en Centroamérica se explica por el dinamismo del turismo de negocios de esa región con el resto del continente.

Hay compañías colombianas que se están moviendo con gran dinamismo en la región, como cementeras, constructoras, inmobiliarias y grupos de comidas.

También hay multilatinas de Chile, Brasil y Perú buscando opciones en esta región del continente.

Según Londoño, las inversiones en las que avanza actualmente el grupo alcanzan los $240 millones, sumando todos los proyectos que marchan y los aportes de sus socios en cada uno de ellos.

En otros frentes, GHL también está fortaleciendo su presencia en el negocio de los centros de convenciones. Ya opera los de Cartagena y Pereira y está compitiendo para hacerse a uno en Quito, Lima y, posiblemente, Argentina.

Igualmente, con GHL club vacacional, otra línea de negocio, ya tienen 35,000 miembros que buscan programas de descuentos para sus vacaciones.

El otro proyecto que marcha a buen ritmo es el Fondo de Inversiones GHL Investments, que invierte en activos de real estate en hotelería.

Finalmente, está el gran proyecto de responsabilidad social del grupo, llamado GHL Iniciativa Social, que tiene la Fundación Palmarito, la cual cuenta con la reserva natural privada más grande de Colombia.

Según Londoño, la meta es demostrar que la clase dirigente también puede comprometerse con causas sociales.

Su pensamiento

Sobre su paso de la psicología al negocio hotelero señala: “Viví 10 años en Europa y de alguna manera entendí esa conexión importante entre este continente y América. Hay que entender que el mundo tenía una dinámica y había que vincularse a ella.

Esa fue la razón. La psicología pues nunca me iba a dar los resultados que trae la hotelería. Yo fui profesor, pero me pagaban un salario que no me alcanzaba. Es más, la primera novia me dejó porque me dijo que conmigo no tenía futuro (risas).

Pero es curioso, yo no manejo hoteles, la gente siempre me pregunta sobre eso. Yo manejo todo el esquema general para hacer hoteles. Soy el líder”, señala el empresario.

Del nacimiento del grupo en la ciudad de Popayán, en Colombia, recuerda que fue en el Hotel Monasterio, “esa fue nuestra partida, pero el negocio hotelero tiene una racionalidad que es la rentabilidad.

Tenemos que presentar resultados a los fondos internacionales y marcas globales con las que trabajamos. Y los hoteles se hacen mucho, no con emociones.

Si fuera por mí tendría un tremendo hotel en la ciudad; pero si tengo que mostrar resultados a esos fondos, entonces tengo que pensar en la rentabilidad”.