Liliana Alvarado, especialista peruana y docente de Unitec impartió en el campus de San Pedro Sula la conferencia Marketing para Startups, en la que instó a los emprendedores a innovar en lo que quiere un consumidor.
La experiencia de cliente y el impacto en la marca es otro concepto que las empresas, sea su tamaño, deben arraigar.
La neurociencia tiene que ver con el estudio del cerebro y la neurociencia aplicada al marketing tiene que ver en cómo los estimulos de marketing que tenemos en el entorno pueden conectar con el consumidor, para que primero se den cuenta que está la marca, y segundo, de alguna manera las marcas seducen al cliente para que las prefieran antes que otra marca. Es decir, si el aviso es el correcto y tiene estimulos adecuados.
Es que es un proceso complicado, porque por ejemplo, entre tantos avisos a los que estamos expuestos habría que hacer un análisis de cuál llama la atención, porque en la vida real también es así. Grandes preguntas como ¿qué mira la gente? o ¿qué piensa la gente? son respuestas que da la neurociencia.
Uno de los principales aprendizajes es el poder de las emociones. ¿Cómo una emoción logra conectar con el consumidor y lo seduce para guardar ese recuerdo con la marca en su memoria de largo plazo? y apela a ella cuando sus comportamientos son automáticos. El 85% de nuestras decisiones son no conscientes y las recurrimos a nuestra memoria a largo plazo. Es fascinante darte cuenta cómo se puede seducir al consumidor para que eso se logre. Te das cuenta cómo estos estímulos hacen que el consumidor pueda conectarse más rápido y lo guarde en su memoria de largo plazo, que es de donde saca las respuestas automáticas y los instintos.
Es una era en la que al final el consumidor es que él construye finalmente la marca, porque la publicidad que hacen las marcas son determinadas, porque el consumidor con un comentario de una experiencia mala puede destruir una marca. Las marcas demoran años en construirlas y un consumidor puede destruirla rápidamente.
Para entender lo que necesitamos y que podemos hacer cuando hablamos de startups, es innovar en lo que quiere el consumidor, no en lo que necesita, porque hay cualquier marca, pero ya no va solo a la necesidad de consumir el producto, sino a lo que la marca representa, al valor simbólico que tiene la marca.
Hay que romper el paradigma de pensar que si algo es caro es bueno y si es barato es malo, porque hoy día pueden existir productos buenos, de calidad y precios adecuados. El consumidor no está dispuesto a pagar más por algo que puede conseguir más barato.