Las filas de tres horas en las aduanas de Estados Unidos han hecho que tantos viajeros pierdan sus vuelos de conexión que el Aeropuerto Internacional de Miami reservó un auditorio lleno de camas temporales como un albergue nocturno. En el Aeropuerto Internacional Dallas/Fort Worth, hay sillas listas en caso de que se necesiten durante esperas muy largas en la sala de inmigración.
Y en el Aeropuerto Internacional Kennedy de Nueva York, los tiempos de espera puede ser el doble que los registrados el año pasado en algunas terminales.
Las autoridades están advirtiendo sobre retrasos extremos en los próximos meses para entrar a Estados Unidos, luego de que en el segundo trimestre, que es temporada baja, se registraran insoportables retrasos de tres horas o más en los puntos de control de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, o CBP. En el último año, la espera para ingresar al país a través de aeropuertos —que a menudo ya era ardua, especialmente para quienes no son ciudadanos de EE.UU.— ha aumentado de manera dramática.
“Es un problema grande”, reconoció Sharon Pinkerton, vicepresidenta de Airlines for America, un gremio de las aerolíneas con sede en Washington. “La gente se frustra mucho cuando pasa siete o nueve o incluso 17 horas en un vuelo y después tiene que esperar otras dos o tres horas en fila”.
American Airlines, el mayor operador aéreo en Miami, ha tenido que modificar sus horarios de vuelos para aumentar el tiempo entre conexiones debido a las filas más largas. El aeropuerto proporciona regularmente agua embotellada a los pasajeros atrapados en filas largas y ha pedido a la CBP permiso para instalar un puesto de snacks en los pasillos, dijo el vocero del aeropuerto, Greg Chin.
En mayo, las esperas más largas superaron las dos horas en muchos puestos de control, según datos de la CBP que monitorea el tiempo desde que un vuelo aterriza hasta que el último pasajero es procesado. En la Terminal 4 del JFK, el punto de llegada de 31 aerolíneas, la mayor espera en mayo fue de 177 minutos, desde 113 minutos en mayo de 2012. La terminal de Delta en JFK registró un descenso notable en el número de filas abiertas de 19 a 12 en mayo en la hora pico de entre las tres y cuatro de la tarde. La mayor espera allí el mes pasado, 123 minutos, significó un aumento de 151% desde mayo de 2012, según la CBP.
Los datos muestran a JFK y Miami como los peores, pero los problemas han surgido también en San Francisco, Los Ángeles y Dallas/Fort Worth, entre otros.
Algunos aeropuertos están ofreciendo tomar la medida drástica de pagarle tiempo extra a agentes de aduanas, aunque eso sea responsabilidad del gobierno, no suya.
CBP admite que los tiempos de espera han aumentado y señala que el problema es que la agencia no tiene suficientes agentes. En los últimos tres años, la cantidad de personas que llegan a los aeropuertos de EE.UU. desde el exterior subió 12%, a niveles récord de más de 100 millones al año, afirmó un funcionario de la CBP. Pero el número de agentes autorizados por el Congreso en los aeropuertos no ha tenido virtualmente cambios, apuntó la Oficina de Aduanas.
Los aeropuertos y las aerolíneas dicen que las filas se alargaron más debido a la serie de recortes al presupuesto federal de EE.UU. que entraron en efecto el primero de marzo. Varios aeropuertos como el de Los Ángeles y el de Miami se quejan de que la CBP no está pagando tiempo extra para tener más agentes en horas pico. La Oficina de Aduanas sostiene que está ahorrando su presupuesto de tiempo extra para los meses de temporada alta, y ha sido capaz de lidiar con los recortes al ahorrar dinero en otras áreas.
Todo pasaje de avión hacia EE.UU. incluye una tarifa de US$17,50 para la CBP. Conforme los viajes internacionales aumentan, el sobrecargo podría pagar por más agentes.
“Para los no ciudadanos, es casi lo peor del mundo”, apuntó Chris Rodwell, un viajero del Reino Unido que en el último mes ha soportado esperas largas en Chicago y JFK, ambas de más de 70 minutos. Rodwell cambió recientemente sus planes de vuelo para evitar Miami.