Casey Stoner (Ducati) dominó ayer de principio a fin el Gran Premio de Australia de MotoGP, estrenando su corona mundial con una victoria ante su público, mientras el español Jorge Lorenzo (Aprilia) ganó en 250cc y está muy cerca de revalidar su título.
En el circuito de Phillip Island, Stoner celebró de la mejor manera posible el Mundial que matemáticamente se adjudicó a finales de septiembre en la última carrera, el Gran Premio de Japón. Dani Pedrosa (Honda) había salido en ‘pole’ pero, en un brillante comienzo, Stoner, que el martes celebrará su 22 cumpleaños, adelantó al piloto español y al italiano Valentino Rossi, cinco veces campeón en categoría reina, que terminó tercero en su Yamaha. El australiano reconoció que ganar en casa fue la guinda sobre el pastel de una temporada memorable. 'Tener ya el campeonato en mis manos ha sido perfecto para mí. Realmente he podido disfrutar de esta carrera', dijo.
Historia
Stoner se convirtió en el primer australiano que gana en Phillip Island desde Mick Doohan en 1998.