El arquero y capitán de la selección mexicana de futbol Oswaldo Sánchez, detenido la mañana del lunes en un hotel de Chicago (EEUU) y luego liberado, dijo que no estaba bebido y sólo trataba de defender a sus compañeros que estaban festejando la victoria en el amistoso contra Perú.
'Me echaron gas lacrimógeno y me llevaron a la delegación. No te voy a decir quiénes estábamos, éramos muchos, pero yo como capitán traté de tranquilizar la situación con la gente de seguridad', explicó Sánchez a la prensa a su arribo la noche del lunes al aeropuerto internacional de México.
'Desgraciadamente no se prestaron para hablar y de pronto ya estaba arriba de una patrulla, como un delincuente', prosiguió el futbolista, a quien se le imputan cargos de invasión de la propiedad y de resistirse al arresto.
Según su versión de los hechos, tras el partido disputado contra Perú (4-0) fue a cenar con su esposa y al regresar entre las dos y las tres de la mañana al donde se hospedaba la selección, se encontró con que algunos de sus compañeros estaban festejando la goleada con música a alto volumen.
'Parece que la gente de seguridad había ido dos veces a esa habitación a pedir que le bajaran la música, cometimos el error de no hacerlo y a la tercera llegó la Policía', reconoció Sánchez, portero de Santos, el campeón mexicano.
Según testimonios, los futbolistas se retiraron a sus habitaciones pero el capitán del 'Tri' y algunos compañeros decidieron continuar la fiesta en otra área del hotel cerrada al público en ese momento, lo que dio pie a que la seguridad llamara a la Policía.
'Sánchez fue el único que se resistió al arresto y por eso se lo llevaron preso alrededor de las 5 o 6 de la mañana', dijo a la AFP una fuente cercana a los hechos, que pidió no ser identificada.
El portero negó haber pagado fianza para salir en libertad y minimizó el incidente, ya que 'es una cosa muy rara en mi carrera, tampoco estoy citado de nueva cuenta y mucho menos tengo problemas para reingresar a los Estados Unidos'.
Sin embargo, según las cadenas en español Univisión Radio y Telemundo, Sánchez tuvo que pagar una fianza de mil dólares y deberá presentarse el 12 de julio ante una corte estadounidense si bien, por ser calificados los hechos como delito menor, no corre riesgo de ser encarcelado.
El todavía director técnico de México Jesús Ramírez defendió a su capitán asegurando que 'tiene mucha experiencia, sabe lo que hace, es un señor, tanto dentro como fuera de la cancha'.