18/04/2024
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Rafa Nadal logra épica remontada y conquista el Australian Open

  • 30 enero 2022 /

El tenista español se sobrepuso a los dos primeros sets perdidos ante el ruso Medvedev y logró un nuevo título.

Australia.

En una final épica que formará parte de la historia del tenis, el español Rafael Nadal se sobrepuso a la pérdida de los dos primeros sets contra el ruso Daniil Medvedev para conquistar el Abierto de Australia por 2-6, 6-7(5), 6-4, 6-4 y 7-5 y convertirse en el primer jugador de la historia que gana 21 títulos Grand Slam.

Ha sido una de las gestas más emocionales de mi carrera. Es increíble, un mes y medio no sabía si iba a jugar a tenis de nuevo y ahora estoy aquí con este trofeo”, comentó tras finalizar el encuentro, pasada la una de la madruga y que duró cinco horas y 25 minutos de partido.

El español completó una de las gestas más inverosímiles de la historia del deporte después de llegar al ‘major aussie’ tras seis meses sin competir por lesión y superar en la final en cinco sets, que duraron cinco horas y 24 minutos, al favorito Daniil Medvedev, y de esta manera superar la barrera de los 20 grandes compartida con el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic.

Se sobrepuso tanto al inicio demoledor del moscovita ,como al traspié psicológico de perder un segundo set en el que desperdició un 5-3 favorable, para acabar reencontrándose con un tenis brillante que desfondó a Medvedev en la quinta manga.

Nadal se convirtió en el primer tenista en remontar dos sets de desventaja en la final del Abierto de Australia desde la gesta del local Roy Emerson en 1965

Un imperial Medvedev en el inicio redujo a Nadal a una tímida versión tenística después de sumar un único juego al servicio, el inaugural que duró siete minutos, sin conceder una pelota de rotura.

No funcionó la insistencia del balear con su derecha alta sobre un revés aniquilador del ruso que mantuvo al sexto favorito alejado de cualquier posición para hacer daño en pista.

Medvedev, que sumó tan sólo cinco errores no forzados en la primera manga, conectó cinco juegos de forma consecutiva después de robarle en blanco los últimos juegos al saque del español.

Nadal, que mejoró su servicio considerablemente en el primer tramo de su choque ante Berrettini en semifinales, cerró la primera manga con unos alarmantes ocho puntos con el saque.

En el inicio del segundo, Nadal celebró con energía un punto por primera vez en cinco juegos y devolvió la ilusión a un público entusiasmado con presenciar el título ‘slam’ número 21.

El ruso Daniil Medvedev tuvo contra las cuerdas a Rafa Nadal, pero al final sufrió una dolorosa remontada.

Pudo intimidar el servicio del frío Medvedev cuando el marcador lucía un 3-1, después de llevarse el peloteo más largo de lo que llevaban de partido, con un intercambio de hasta cuarenta golpes.

El balear, que ganó en dinamismo para utilizar más su derecha y dominar, no aprovechó una ventaja de 5-3 y saque, después de que el moscovita rompiera tras un fatídico y eterno juego que contó hasta con la invasión de un espontáneo.

La mujer que saltó a la pista por una de las esquinas de la Rod Laver mostró un cartel de apoyo a los refugiados que se alojan en el mismo centro que se hospedó el serbio Novak Djokovic tras la cancelación de su visa.

Ambos tenistas mantuvieron sus saques y enviaron el partido a un juego de desempate en el que el vigente campeón del ‘major’ neoyorquino se lo apuntó al salvar e imponerse a dos mini roturas de desventaja.

Nadal acumuló en el segundo set 14 golpes ganadores y 20 errores no forzados que se vieron eclipsados por los 17 y 13 de su contrincante.

La emoción era evidente en Rafael Nadal tras la enorme remontada.

El campeón de 20 grandes desaprovechó una pelota rotura en el primer juego del tercer set y ambos tenistas blindaron sus servicios en los primeros juegos. Medvedev siguió desbaratando el plan de Nadal por acortar los puntos con subidas a la red al acumular un sinfín de pasantes por ambos flancos.

Sin embargo, cuando el de Manacor se asomó al abismo después de ofrecer un 0-40 con su saque en el 2-3, su pundonor característico relució para traerle de vuelta al juego y a la final.

En el cuarto set, Nadal se avanzó al romper cuando el marcador lucía un 1-1 y el ruso, que parecía exhausto tras recibir tratamiento médico en el muslo, reavivó al replicarle con otro ‘break’.

Los nervios de Medvedev florecieron por segunda vez después de decirle al juez de silla australiano que no insistiera con sus intentos por hacer callar al público porque estos eran “idiotas”.

En el set definitivo, cuando todo parecía visto para la sentencia tras un giro inesperado a favor de Nadal, el moscovita sacó un 30-0 al resto para ejecutar una rotura que provocó una tímida sonrisa de desesperación en el rostro de Nadal.

Sin embargo, la determinación del sexto favorito no aflojó e intimidó de nuevo a Medvedev para volver a poner en bandeja un título 21 que acabaría sellando al confirmar un brillante juego al servicio, que cerró con una volea cruzada.

Tiró la raqueta, lanzó la pelota con el pie a la grada y festejó con el puño para celebrar su condición de mejor jugador de la historia con mayor número de títulos de Grand Slam.

Se convirtió en la cuarta persona con mayor títulos de Grand Slam en una lista liderada por la australiana Margaret Court con 24, la estadounidense Serena Williams con 23 y la alemana Steffi Graf con 22.

También se confirmó como el segundo jugador de la Era Open, por detrás del serbio Djokovic, en ganar cada uno de los campeonatos ‘major’ por partida doble.

Tras sus coronas en el Melbourne Summer Set y en el Abierto de Estados Unidos, el balear se hizo con el título número 90 en el circuito y se quedó por detrás de Jimmy Connors (109), Federer (103) y Lendl (95).

Nadal se convierte a sus 35 años en el único poseedor del récord de títulos en Grand Slam, que compartía hasta ahora con Roger Federer y Novak Djokovic.

La gesta del español eclipsó la baja de un Djokovic que no disputó la competición después de que el gobierno australiano le cancelara por segunda vez su visado, por ser considerado una amenaza para la comunidad antivacuna del país oceánico.