Tras haber logrado el gran objetivo que se había trazado al frente del Inter de Milán -llevarle a la final de la Champions y ganar este torneo después de 45 años de espera para el club-, José Mourinho no sólo ha soltado declaraciones ambiguas respecto a su futuro. En la (casi) intimidad con su plantilla, el luso se ha emocionado y ha soltado toda la tensión acumulada.
Así lo demuestra un vídeo que ha captado el momento exacto en el cual Mourinho abandonaba las instalaciones del Santiago Bernabéu tras la histórica conquista europea. Al ver que por allí lerca estaba parado Marco Materazzi, el técnico pidió al conductor del vehículo que se detuviera. El luso se bajó, y apuró el paso para juntarse con el experimentado central italiano.
Allí, solos los dos, técnico y defensa se estrecharon en un conmovedcor abrazo. El entrenador pudo al fin soltar todo lo que tenía dentro, después de unos días que han sido, probablemente, de los más intensos que le ha tocado vivir desde que es entrenador de fútbol.
Fueron sólo unos pocos segundos, pero Mourinho no pudo resistir y rompió a llorar en los brazos de Materazzi. Fue, asímismo, toda una señal de lo que pasaría días después. Porque el técnico ya sabía que su ciclo en el Inter estaba terminado. La decisión de marcharse al Real Madrid estaba tomada y aquellas lágrimas al lado de Materazzi se parecieron a una despedida.
A partir de ahora, nace un nuevo ciclo, un nuevo proyecto para el Mourinho entrenador. El Mourinho hombre se dejó en esta calle aledaña al Bernabéu mucho más que un simple abrazo con uno de sus dirigidos. Esas lágrimas valen más que mil palabras.