El argentino Lionel Messi, el alemán Mesut Ozil, el japonés Keisuke Honda y el español David Villa iluminaron al menos con relámpagos de buen fútbol el túnel en que está sumido el Mundial de Sudáfrica 2010.
Messi ha despertado por fin con la camiseta de la Albiceleste e intervino en al menos seis de los siete goles que sumó el equipo, invicto con puntaje ideal de nueve unidades en el Grupo B, aunque aún no ha podido marcar, porque la puntería le falló o porque tropezó con extraordinarios arqueros.
Argentina se medirá en octavos de final contra México, que tuvo en el atacante Giovani dos Santos a una de las revelaciones de la Copa del Mundo por su talento para correr en la cancha y por ser un notable habilitador.
En medio de la explosión de los sudamericanos en la Copa, se ha podido ver el rendimiento formidable de Luis Suárez y Diego Forlán, dos uruguayos consagrados en Europa, pero muy activos ahora para la reaparición de la Celeste en el primer plano.
Suárez marcó el gol del triunfo sobre México y Forlán dos contra los bafana bafana de Sudáfrica la noche de la goleada 3-0, fiesta y “pretoriazo” uruguayo en la capital administrativa del país.
Los neerlandeses consiguieron que resurgiera en todo su esplendor el atacante Robin van Persie en el partido que le ganaron 2-1 a Camerún, pero sobre todo Wesley Sneijder.
La sorpresa o no tanto de Japón clasificada a los octavos de final para jugar contra Paraguay se debe a la calidad y al talento de Honda, que hace honor al apellido y sabe manejar cuatro o cinco velocidades, regulando el ritmo.
En la victoria 3-1 sobre Dinamarca clavó el primer gol con un tremendo disparo, gestó la jugada del tercero y más atrás en la ronda había sido el autor de la conquista triunfal contra Camerún (1-0).
España penaba su derrota contra Suiza 1-0 y no daba pie con bola para doblegar a Honduras (2-0), pero apareció David Villa con sus dos goles a todo trapo para resucitar las esperanzas de la Furia Roja.
De nuevo se planteó con su potencia ofensiva el “Guaje” y le anotó el primer gol a Chile (2-1), además de cederle el pase preciso a Andrés Iniesta para el segundo. Fue una pesadilla para la defensa chilena.
En Alemania, ausente Michael Ballack, tuvo su chispazo el zurdo Mesut Ozil, a quien llaman el “Messi de la Mannschaft”, que anotó el gol del triunfo 1-0 sobre Ghana, con el valor adicional de que sirvió para clasificar a los germanos primeros en la zona D.
Brasil, siempre favorito, tuvo un rendimiento irregular, pero fueron impecables los dos goles de Luis Fabiano contra Costa de Marfil (3-1), incluso uno con “el brazo de Dios” y también logró destacarse Elano con una cosecha de dos anotaciones.
Paraguay fue otro sudamericano que demostró en Sudáfrica el nivel competitivo del fútbol de su región y tuvo en sus filas al volante Enrique Vera, que contribuyó con los empates con Italia (1-1) y Nueva Zelanda (0-0).
Lo que puso el moño a la labor de Vera fue el gol que marcó cuando los bravos guaraníes vencieron a Eslovaquia (2-0), como para redondear de la mejor manera su faena en la ronda.