En un equipo como Olimpia donde las estrellas son muchas, pero los ídolos pocos, Carlos Prono llegó para quedarse no solo haciendo su vida en este país, sino en el corazón de la enorme hinchada olimpista que todavía lo recuerda con cariño.
Prono, en una charla con la sección Vinieron para quedarse, nos cuenta sus experiencias en el país, las cosas que ha tenido que hacer por defenderlo y sus vivencias más intensas.
¿Qué recuerda de su llegada a Honduras, cuando pisó por primera vez suelo hondureño?
Lo recuerdo perfectamente. Ese día vine superabrigado porque en Argentina era invierno, venía con un sobretodo y cuando llegué hacía un calor horrible. En Argentina era el Día del Niño y estaba lleno de periodistas. Yo en realidad no sabía mucho del Olimpia, sí mi empresario que era Daniel Lupieri me había dicho que era el equipo más grande y popular de Honduras, pero los empresarios siempre te dicen lo mismo. Pero cuando llegué corroboré por la gran cantidad de periodistas que había, que era un equipo muy importante. Recuerdo que una de las preguntas era si sabía que venía a suplantar a un arquero como Óscar Banegas y que el equipo venía de perder la final cuando era el técnico Malinowsky.
¿Le costó adaptarse a un país como Honduras?
No, para nada. Yo desde los 21 años estuve jugando en el exterior, estuve en Colombia cinco años. Regresé a Argentina dos años, luego a Chile otros dos años y volví a Argentina otro año y luego vine a Honduras a terminar mi carrera. Mi adaptación al exterior siempre ha sido simple, muy fácil ya que trato de ver las cosas positivas, no busco los lunares y para mí Tegucigalpa en ese momento era la ciudad más hermosa que podía haber, además que estaba consciente que venía a jugar al fútbol y a entrenarme, a tratar de ganar. Lo demás era todo secundario.
¿Obtuvo todos los resultados que quiso en lo deportivo?
Sí, yo creo que he obtenido muchas cosas en el Olimpia, es el equipo que me abrió las puertas y yo les debo mucho, pero también pienso que les he dado bastante. Me quedo con los campeonatos y con el cariño de la enorme afición, con los logros personales, entonces creo que las metas han sido cumplidas, me atrevería a decir que sobrepasaron a lo que yo anhelaba.
¿Cuál es su recuerdo más bonito?
Siempre los campeonatos son los recuerdos más bonitos. Un momento lindo fue cuando le ganamos las finales a Platense, tuve la fortuna de atajar un penal en Puerto Cortés cuando íbamos 0-0, fue un momento decisivo. Después en la revancha en Tegucigalpa y ganamos 3-0 tuve la dicha de atajar otro penal. Me comentaron que eso nunca había ocurrido que un portero atajara dos penales en una misma final.
¿El cariño de la gente, qué piensa?
Yo creo que ese es mi premio más importante. Aunque te recuerden, que te reconozcan, que la gente ande en la calle y te respete, te quiera. En su momento sé que la gente de Olimpia era la que me quería porque lógicamente al tener ese cariño, creás anticuerpos de otros equipos. Era normal, recordá que en esa época los estadios se llenaban. Ahora como analista deportivo puedo asegurar que toda la gente, olimpistas y no olimpistas, no te digo que me quieren, pero mantienen un gran respeto.
¿Esperaba que así fuera su retiro?
No, para nada. Yo estaba para seguir jugando, de hecho en ese torneo que perdimos por penales con Motagua había sido el mejor portero del país, por cuarta vez consecutiva obtuve el trofeo al portero menos vencido, pero lamentablemente en esa época se hacía mucho hincapié en la edad más que el rendimiento y hasta allí llegamos Nahún Espinoza, Rudy Williams y yo que éramos los mayores en ese tiempo. Finalizó mi carrera y como dije que si no era en Olimpia no jugaba más, tenía ofertas de otros equipos y hasta ahí llegué. La decisión estaba tomada que iba a jugar solo con Olimpia en el país.
¿En qué momento dijo ‘yo me quedo en Honduras’?
Afortunadamente las cosas por algo pasan. En el último semestre que yo juego para Olimpia se dio la posibilidad de abrir una academia de fútbol acá. Era una academia sumamente exitosa, habían muchísimos niños, entonces era una fuente de ingresos importante y dije ‘bueno, tengo la escuela de fútbol acá, voy a tratar o más bien inicié el curso de entrenador porque sabía que en algún momento iba a dirigir a Olimpia, por el cariño, por el respeto y yo sabía que siendo entrenador en algún momento lo iba a dirigir. Empiezo el curso y a los tres meses me llamó Henry Gómez, director del programa Los Intocables y me dijo ‘mirá Carlos tengo un proyecto para hacer, estoy motivado, y quiero tener a un exjugador, un exentrenador, un exárbitro y un par de periodistas’. Me gustó mucho, hicimos un par de pruebas y lo que aparentemente en ese instante decían que iba a ser un programa que duraría tres o cuatro meses y ya cumplimos 10 años de vida.
¿Qué le ‘hechizó’ de Honduras?
Honduras me encanta. Es más, lo he dicho muchas veces en círculos íntimos y no a la prensa, sobre una vez que tuve un problema, que una vez que vinieron unos argentinos, que no sé si fue a Motagua, pero decían que la carne de acá era de madera, que era horrible y que la ciudad era fea. Lo dijeron en Argentina y acá ya había Internet, después regresaron a Tegucigalpa y les dije que yo conozco Argentina, que vivo en Argentina, pero que también hay carne mala y acá si vos conseguís un poco más de dinero vas a conseguir carne muy buena. Y como si bien la capital de Honduras no es la octava maravilla, también sé que en Buenos Aires no solamente es la 9 de julio y los barrios más importantes, que también hay zonas que realmente son feas, como en todos los lugares.
¿Le molestan las críticas hacia Honduras entonces?
Me parece a mí que con uno más o uno menos extranjero, Honduras seguirá siendo Honduras e irá siempre para adelante. El que se tiene que ir de acá es el que no está cómodo. Cuando escucho que uno viene y hace críticas, entonces digo, andate y si estás acá es por algo, sino estarías en Europa.
¿Qué significa Honduras para Carlos Prono?
Es mi país, donde estoy viviendo, donde tengo mi trabajo, mi casa, donde tengo mi familia. Seguramente quizás pueda tener mi propia familia. Yo amo este país, estoy muy agradecido, me dio mucho, me dio una estabilidad y me dio ser reconocido y respetado, que estoy seguro que en Argentina no lo sería. Honduras me abrió las puertas y no todos la saben aprovechar.
¿Le hubiese gustado nacer en Honduras?
Yo estoy orgulloso de ser argentino, no es que despotrique contra mi país. Argentina es hermoso, lamentablemente o afortunadamente no tuve la oportunidad de vivir mucho tiempo, pero es un país al cual respeto mucho y es mi país, al igual que yo puedo decir que Honduras es mi país porque es donde estoy viviendo y tengo todas mis cosas, mi casa, tengo todo. Son los dos países que amo, pueda que termine mi vida en Honduras, uno no lo sabe, pero estoy feliz de haber conocido Honduras, que me haya abierto las puertas para vivir acá.
¿Quisiera que lo enterraran en Honduras?
¡Me estás matando! Qué sé yo. El día que me muera me gustaría que me cremen para no andar molestando a nadie de traer una flor o nada. Hasta ahí llegué, hasta allí quedé, que tiren las cenizas o que hagan lo que quieran.
PERFIL
Nombre: Carlos Enrique Prono
Edad: 48 años
Fecha de Nacimiento: 5 de octubre de 1963
Lugar de Nacimiento: Buenos Aires, Argentina
Sus clubes: Chacarita Juniors (Argentina) 1985–1986, Talleres de Córdoba (Argentina) 1987–1990, Unión Española (Chile) 1991–1993, Talleres de Córdoba (Argentina) 1993, Deportes Quindío (Colombia) 1994.
En Honduras: Olimpia 1995–1997, Victoria 1997–1998, Olimpia 1998–2001.
ESTADÍSTICAS
Su debut fue el 20 de septiembre de 1995 en Tegucigalpa: Olimpia 0 Vida 0 (entrenador Francisco Sá)
El primer gol se lo endosó Juan Rosa Lagos del Real Maya el 24 de septiembre de 1995 en Siguatepeque: Real Maya 1 Olimpia 1
Su último juego fue el 26 de agosto de 2000: Olimpia 1 Motagua 1 (final clausura 1999-2000) (entrenador Julio González).
Su último gol se lo marcó Reynaldo Clavasquín de penal en la final del 26 de agosto de 2000: Olimpia 1 Motagua 1
Con Olimpia
Torneo 1995-1996: 16 juegos y campeón nacional
Torneo 1996-1997: 24 juegos, campeón nacional y portero menos goleado
Torneo 1998-1999: 24 juegos, campeón nacional y portero menos goleado
Apertura 1999-00: 23 juegos, subcampeón nacional y portero menos goleado
Clausura 1999-00: 21 juegos, subcampeón nacional y portero menos goleado
Con Victoria
Apertura 1997-98: 18 juegos
Resumen
Jugó 126 partidos: 108 con Olimpia y 18 con Victoria
Ganó 3 campeonatos y 2 subcampeonatos y 4 títulos de portero menos goleado solo con el Olimpia.
