Un día, Hermelindo Cantarero llegó a las prácticas del Universidad para que probaran a un chico que había sacado de Tocoa, en su primer entrenamiento dejó sorprendido al técnico Héctor Vargas; sin embargo, los directivos dijeron de forma tajante “¡No me interesa, es muy chiquito!”
Al siguiente día, Cantarero estaba decidido a marcharse junto con el chico a Tocoa, llegó al entrenamiento del equipo estudioso para despedirse y faltaba uno para completar los 22 jugadores, de repente Vargas le preguntó a Hermelindo ¿“y el cipote habilidoso que trajiste ayer? ¿qué lo hiciste?” “Ya lo despacharon porque no pudieron arreglar.
Pero en eso convencí al chico para que se volviera a poner la camiseta, entró a la cancha y fue el mejor”.
En el preciso momento en el cual el jugador que llevó Cantarero estaba haciendo diabluras, ingresó el presidente del club, Raúl Leitzelar y Salomón Nazar y dijeron “¿Y ése cipote quién es? !qué bien juega!”, entonces Hermelindo contestó: “ése es el jugador que usted me dijo que despacháramos”.
Esa es la historia de Danilo Turcios, así llegó él a primera división, gracias al ojo de Hermelindo Cantarero, un buscador de talentos de primera.
Pero Dani no es el único al que ha descubierto, su historial es inmenso. ¿Sabe a quién más encontró? A Julio César León, Dolmo Flores, Reynaldo Clavasquín, Edgard Álvarez, Óscar Bonilla, Juan Manuel Cárcamo y muchos más.
Todos ellos han tenido oportunidad hasta en el exterior.
No es un hombre millonario, no recibe dinero por los traspasos, sólo algunos jugadores recuerdan que fue él quien los descubrió.
Hermelindo ha recorrido todo Honduras, se ha metido en los lugares más recónditos del país, pero sus esfuerzos han tenido frutos.
Su inicio
Actualmente, Cantarero trabaja para el club Olimpia, equipo al que le busca prospectos en toda la zona del Bajo Aguán, pero antes lo hizo para Platense, Universidad y Motagua.
Cantarero trabaja ahora para Olimpia, pero a Platense ha llevado muchos jugadores. Aquí posa con algunos de los cuales ha descubierto.
“Néstor Matamala fue quien me involucró como entrenador, pero ha habido otros que me han apoyado, como Chelato Uclés, Alberto Chedrany, Carlos Padilla... todos los técnicos consagrados en Honduras han sido mis maestros, de todos aprendí y hoy trato de compartir mi conocimiento con los jóvenes en el Bajo Aguán”.
Hermelindo, quien nació en San Pedro Sula, pero que ha vivido casi toda su vida en el Bajo Aguán, recientemente recibió un homenaje de la Fenafuth por su destacada labor y eso es algo que para él no tiene precio.
“Ese reconocimiento lo llevaré en el corazón toda mi vida y se lo agradezco al presidente Rafael Callejas”.
El entrenador nacional reconoce que éste es un trabajo difícil debido a los lugares donde debe andar. “Uno tiene que andar con el foco y el petate para visitar todos los caseríos y aldeas, pero lo hago con mucha alegría. He andado por todo Honduras, estuve hasta en la Mosquitia. Hasta el momento he descubierto más de 300 jugadores”.
Cantarero recuerda como si fuera ayer al primer jugador que logró sacar a primera división. “Fue Dolmo Flores, es un jugador que siempre me recuerda, pero hay otros que no. Quisiera tener un carro BMW, pero de repente me miran con una bicicleta buscando jugadores.
Eso es parte de la vida; sin embargo, jamás le he pedido dinero a los jugadores, si ellos triunfan y después me recuerdan, bienvenido sea”.
Una de las mejores noticias que él recibió fue cuando Edgard Álvarez fue traspasado al Roma de Italia. “Esa noche dormí de alegría, lo mismo me sucedió cuando Rambo se fue al Reggina, Dani a Uruguay y Clavasquín a Austria”.
