El Marathón de Héctor Vargas continúa peleando el liderato y protagonismo en este torneo, al igual que lo hizo el anterior. Sin embargo, los verdes lo hacen con menos recursos que otros equipos como Olimpia, Motagua y Real España.
Mucho tiene que ver en este presente la gestión del Monstruo, que con poco ha hecho mucho y parece que va por más. Hoy conversamos en Exclusiva con el estratega argentino y repasa la actualidad del conjunto sampedrano.
Marathón está demostrando que lo del torneo anterior no fue casualidad.
Sin ninguna duda. Uno también como entrenador va creciendo, ayuda el hecho de haber estado en equipo pequeños. Yo siempre he dicho que en Honduras había que ponerle una materia a los entrenadores de cómo manejar equipos en crisis porque la mayoría de veces los equipos están así y tenemos que ver cómo nos arreglamos.
Además, tener la posibilidad de estar en un equipo con todas las comodidades y salir campeón, como en Olimpia, me ha hecho crecer como entrenador. Este Marathón, que dista mucho de aquel de Yankel Rosenthal (era el presidente), en el que había un presupuesto mucho más amplio, estoy tratando de acomodarme a la realidad de hoy.
El torneo pasado algunos esperaron la caída de Marathón.
Es que uno como técnico va creciendo y detectando qué futbolistas están para el momento y cómo es la mentalidad de cada uno para ir haciéndolo crecer en cada partido. Uno va creciendo, la verdad que yo me siento mejor entrenador ahora con 58 años y con conocimientos de los futbolistas de este país. He mejorado en algunas cosas.
Aunque Michael Chirinos decía que en el partido contra Olimpia el Marathón perdió mucho tiempo y por eso la Liga no avanza.
Es Chirinos, un muchacho que recién comienza. No lo podés tomar con mucha seriedad. Un futbolista que recién comienza hace declaraciones y a veces desconocen mucho cómo es todo esto.
Así le pasó a Kevin Álvarez en su momento cuando opinó de mí por una pelea con Osman Madrid y después casi se terminó yendo a las trompadas con Osman. Chirinos también recién comienza, a veces son esclavos de sus palabras.
¿Hay muchas cosas?
Uno como ya lleva tanto tiempo en esto conoce otras cosas de Liga y la Federación. Cosas como perder tiempo, como lo hacía Diego Vázquez hace 20 años cuando jugada al fútbol.
Una vez me contó un árbitro de Puerto Cortés que se fue a celebrar cerca del córner rival cuando convirtieron gol. Creo que desde esa época se pierde tiempo. Los enfrentamos dignamente, hubo una acción claro de Johnny Palacios sobre Júnior Lacayo y no se cobró. Creo que hasta merecimos ganar nosotros.
¿Este plantel de Marathón logrará aguantar el paso?
Tengo mis dudas. Tenemos que modificar muchas cosas, en el tema del apoyo logístico. Un gimnasio donde podamos prepararnos mejor. Tenemos un plantel muy corto, la salud deportiva incluye a los referentes, el torneo pasado se me lesionó uno de ellos (Leverón) y me costó no llegar a la final.
Será que el trabajo que usted ha hecho en Honduras no ha sido valorado.
Es que a veces yo soy muy frontal y esto no cae bien a todo el mundo. En todos los clubes que estuve he durado. Creo que el error mío fue haber venido a un equipo muy pequeño, como la Universidad, por eso me costó tanto llegar a un equipo grande.
Cree que lo encasillaron por haber estado solo en equipos pequeños.
El otro día contra Real España hubo un jugador que me dijo -ahora hablás-, como quién dice antes que estuvieras en Olimpia no hablabas. Yo dirigí Estudiantes de La Plata a los 33 años.
Una vez, estando Amado en Marathón y yo en Olimpia, por una falta que le cometieron a Garrido, llegó a reclamarme a mí como si fuera alguien que no existiera en el fútbol, cuando me ha tocado jugar con Sócrates, Maradona, Batistuta, y montón de referentes.
A veces no saber la historia de uno, o el exceso de humildad, hace ver como si uno no existiera. Venir a un equipo tan pequeño me costó la posibilidad de ser un poco más valorado en el país.
¿Los aficionados están ilusionados?
El aficionado de Marathón se ilusiona, lo primero que hay que devolver es la identidad, el ser protagonista y después a la hora de la final no es fácil.