Apenas transcurrían 35 segundos del partido por el título de la edición 65 de la Copa Libertadores y el centrocampista Gregore vio la tarjeta roja por golpear en un brutal choque la cabeza a un rival y dejó a Botafogo con diez jugadores.
Gregore de Magalhães Silva Favero, de 30 años, golpeó a Fausto Vera, quien se desplomó en el gramado del estadio Monumental de Buenos Aires y permaneció inmóvil durante algunos segundos mientras sangraba y provocaba alarma entre sus compañeros del Atlético Mineiro.
En su afán por ir a buscar la pelota, el brasileño levantó su pierna con mucha violencia, y tras un resbalón impactó de lleno con la oreja de Vera, que quedó tendido en el suelo con mucho dolor y sangre en su cara, por lo que tuvo que ser atendido por los médicos.
Por esta infracción, el árbitro del encuentro, Facundo Tello, iba a sacarle la amarilla, pero luego de ver cómo estaba el futbolista argentino cambió de decisión y expulsó a Gregore, que al minuto de juego dejó a su equipo con uno menos.
El lamento fue evidente en el jugador y el resto de jugadores del Botafogo.