El delantero hondureño Bryan Róchez se vistió de héroe el sábado cuando dos goles suyos contribuyeron para que el Nacional de Madeira remontara el partido frente al Sporting II (3-2) y de paso se alzaron con el liderato de la Liga de Honor portuguesa. Ese doblete resulta balsámico para el Niño de Oro, puesto que no marcaba desde diciembre de 2017. Ya son cinco dianas las que ha metido en esta temporada.
El talentoso exatacante de Real España, Orlando City y Atlanta United (MLS) ha venido remando contra la corriente ante lesiones, enfermedades y la suplencia, sin embargo, está resuelto a perseverar para alcanzar sus objetivos, el ascenso a primera división y dejar huella en un club histórico que formó a la máxima estrella lusa, Cristiano Ronaldo.
Doblete y liderato, sin duda que Bryan Róchez tiene razones para estar feliz...
Contento por ganar y estar en el primer lugar, después por los goles, por ser una pieza importante en el triunfo. El trabajo está dando sus frutos.
Después del segundo gol sus compañeros se le fueron encima para celebrar, ¿qué me cuenta sobre eso?
En el equipo hay una familia comprometida. Aparte de mí todos hablan el mismo idioma, así que creo que en ese sentido soy un poco más especial (sin creerme de más). Me siento muy contento por el compañerismo que muestran, no solo hacia mí, sino que con el resto del grupo.
Eso muestra que ha sido bien recibido en el club
Sí, tanto a mí como a mi esposa y mi hijo. Eso me ha sorprendido y me tiene contento.
Imagino que hubo una felicitación del técnico Costinha.
Después del segundo gol me llamó y me felicitó. Cuando terminó el partido también me felicitó y me dijo que siga trabajando igual, que todo lo que se ha dado es por la forma en que he venido trabajando y que no baje los brazos porque faltan siete partidos aún.
¿Cómo se siente ahora que ya han pasado las lesiones, las enfermedades y llegaron los minutos en cancha y los goles?
La verdad que ha sido un vaivén, de muchos altibajos, gracias a Dios se están dando las cosas. Ha sido bastante duro el camino, pero a base de esfuerzo, trabajo y perseverancia porque en los últimos partidos no tuve tantos minutos en la cancha. Eso no ha sido por mi trabajo, sino porque el que está jugando anda encendido, es el segundo goleador de la liga. Esto se basa en tener paciencia, saber esperar tu momento y aprovecharlo cuando llegue.
 Bryan Róchez celebrando uno de sus goles marcados al
Sporting II.
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Claro, ahora estamos más cerca que nunca, solo faltan siete partidos y por primera vez durante toda la temporada estamos en primer lugar, no queremos soltarlo.
¿Cómo es el ambiente en la ciudad conociendo que están cerca de ese ascenso?
Muy contentos. Así como lo vemos nosotros, lo ven ellos. El partido que viene es muy importante porque se trata de un rival directo (Académica), lo jugaremos en casa y el apoyo estará allí, estoy seguro.
¿Cuándo vence su contrato con el Nacional?
Firmé por tres años y este el primero.
¿Hay posibilidades de seguir allí o de jugar en otra liga?
Mi deseo es continuar aquí, cumplir el objetivo y luego veremos. Hay que esperar a que termine el torneo para analizar cómo se terminó en lo personal y lo grupal, luego analizar las opciones y tomar la mejor decisión.
¿Cómo analiza su carrera desde que salió de Real España?
De muchos altibajos. El primer año en Orlando fue excelente, con la Selección fui al Mundial Sub-20 y tuve una buena participación. El segundo año fue para el olvido, no tuve participación en el equipo y, pues, los primeros seis meses del tercer año también, no jugué con el Atlanta y ahora se me vienen a dar las cosas acá. Estoy trabajando para tener constancia, puesto que diferencia a los buenos jugadores del jugador normal.
¿Vio el golazo que marcó Bryan Acosta con el Tenerife el fin de semana?
Sí, lo vi, no me extraña. Se caracteriza por hacer ese tipo de goles porque tiene una buena pegada. Me alegra que le esté yendo bien en el equipo, ojalá que cumpla los objetivos que tiene.
¿Sigue lo que pasa con el Real España, el equipo de sus amores?
Sí, vi el partido contra Marathón y la UPN también, fue agónico por el penal fallado en la última jugada. Siempre lo sigo y paso pendiente. Ahora se viene el clásico.
¿Qué ha hablado con “Buba” López?
Más que todo sobre su recuperación, tengo entendido que dentro de poco se integra por completo al equipo y eso me alegra. Estoy contento por él, porque está recuperado.
En cuanto a la Selección Nacional, ¿está usted disponible?
Siempre estaré disponible. Nunca pienso decirle no a la Selección. Solo espero seguir haciendo las cosas bien y luego ver si mi nombre pueda estar en el listado.
Significa mucho para usted volver a vestir la camisa de la H junto con otros que usted conoce bien, como Alberth Elis y Roger Rojas, que tienen gran nivel
Lo de Roger ha sido impresionante. Es su primera campaña en Costa Rica y ya lleva 14 goles, y no cualquier clase de goles. Le he visto varios que él se los ha fabricado, es un excelente delantero, que también busca un lugar en la H. Yo estoy trabajando para lograr un puesto, al igual que Alberth y el resto de los delanteros. La decisión al final la tomará el técnico que está a cargo, que tengo entendido es el profe Carlos Tábora.
Qué tal si le suena el teléfono y le preguntan si está listo para volver a la Bicolor...
Agarro mi maleta y me voy. Saco mi pasaporte y mañana estoy por allí, ja ja ja.
¿Tiene buena relación con él?
Sí, con él fuimos campeones Centroamericanos en Costa Rica. Es un buen entrenador.
Con respecto a Pinto, ¿por qué cree que no lo volvió a llamar?
No sé, solo tuve dos llamados. Uno con la Sub-23, fue durante las vacaciones tras mi primer año con el Orlando City y a las dos semanas con la Selección Mayor, fue cuando me lesioné. Después de allí para el preolímpico Sub-23 me llamó y al final me desconvocó, no supe la razón de eso. Quizá no le gustó lo que vio de mí, no sé. Sé que cada entrenador tiene su ideología y que puede elegir a los jugadores que él crea que pueden funcionar de acuerdo con su filosofía. Puede que ese tipo de jugador no fui yo en ese momento.
¿No hubo ninguna diferencia?
Para nada. Siempre me trató con respeto, al igual que yo.
