La final de la Copa Libertadores 2018 entre Boca Juniors y River Plate entusiasma a todo el mundo del fútbol, pero a la Conmebol le ha generado un problema a nivel organización, pues debido al Superclásico, la Confederación Sudamericana podría verse obligada a modificar las fechas establecidas para la definición.
Según estableció la organización antes del comienzo de las semifinales, el partido de ida de la final se disputará la semana que viene, el miércoles 7 de noviembre, mientras que la revancha está pautada para el miércoles 28.
En la fecha del juego de vuelta no pueden realizarse eventos masivos en la Ciudad de Buenos Aires porque durante esa semana toda la seguridad local estará destinada a la Cumbre Parlamentaria del G20 que se realizará entre el viernes 30 y el sábado 1 de diciembre.
El primer partido de la final se jugará en La Bombonera y el encuentro del 28 debería jugarse en el Monumental. De esta manera, la Conmebol tendría que postergar la revancha al menos hasta el miércoles 5 de diciembre, con lo que la habría casi un mes de diferencia entre ambos cruces de la final.
“Vamos a pedir suspender el partido de Vuelta en cancha de River de jugarse el Superclásico por la Libertadores. Ese día estaremos abocados al G20”, declaró Guillermo Madero, director de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos del Ministerio de Seguridad.
SIN BARRAS RIVALES EN AMBOS PARTIDOS
Tras confirmarse el Superclásico Boca Juniors-River Plate en la final de la Copa Libertadores, los clubes no podrán contar con el apoyo de sus barras en patio ajeno por temor a enfrentamientos entre los hinchas.
“No veo posibilidades que esos partidos se jueguen con hinchas visitantes”, comentó Guillermo Madero, al programa radiofónico El Rifle Y la Gente.
River Plate se clasificó el martes para la final tras remontar al Gremio.