Un crespón negro en la puerta de la iglesia San José es la señal de luto, y a través de un mural decorado en su honor que los fieles han colocado en la entrada muestran su cariño por el sacerdote.
En las últimas semanas “se ha recrudecido esta ola de violencia y se aprecia un cierto vacío de acción decidida en contra del crimen, los enemigos de la paz se aprovechan y se sienten a sus anchas”, destaca la Conferencia Episcopal de Honduras.