Ayer, 8 de enero, la covid dejó de ser en China una enfermedad de categoría A, el nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas, para convertirse en una de categoría B, que contempla un control más laxo, marcando así en la práctica el fin de la política de ‘cero covid’, retirada en diciembre por las autoridades después de que se produjesen protestas.