La normativa prohíbe importar productos procedentes de zonas deforestadas o que empleen mano de obra infantil, dos problemas latentes en Costa de Marfil y Ghana, los mayores productores.
Entre enero y julio 2021 (después del paso de Eta y Iota) los productores enviaron al mercado internacional unas 8.6 millones de cajas; este año, más de 16.3 millones.
Los inversores están preocupados por la posibilidad de una sobreabundancia de petróleo debido a la aplicación de las sanciones estadounidenses contra Irán.