La toma violenta e ilícita de fundos privados en plena producción, cuyos propietarios acreditan su tenencia con documentación que los respalda como legítimos propietarios, experimentan cuantiosos daños que inciden en la fuerza laboral que presta sus servicios en plantaciones y fincas.
Hace dos años reportaban 19,596 hectáreas de fincas de palma invadidas en Colón, a la fecha ya suman unas 40,000 hectáreas, lo que afecta la producción de aceite.
La superficie que no cultivarán es de 1,658 hectáreas en Choluteca y Valle, con una producción de 8.4 millones de libras. Se pierden decenas de empleos en la zona sur.
La normativa prohíbe importar productos procedentes de zonas deforestadas o que empleen mano de obra infantil, dos problemas latentes en Costa de Marfil y Ghana, los mayores productores.
Producir cafés exquisitos en fincas eco sostenibles y con buenas prácticas no solo garantiza deliciosos sabores y aromas, sino que atrae atractivos compradores