Sucede que la gran mayoría de asuntos que generan debate entre personas o colectividades son opinables; es decir, que están muy lejos de ser axiomas irrefutables.
Por su parte, Jean Paul Sartre desarrolla el concepto de “mala fe” (mauvaise foi) en su obra “El ser y la nada”. Para él, el ser humano está “condenado a ser libre”.
He aprendido que no hay herramienta más valiosa que la calma consciente en medio del caos. No se trata de resignación ni de apatía, sino de una presencia serena que nos permite observar.
En vida nunca se le obsequió una rosa o un clavel, aún en fechas especiales, pero al morir le sobran los inmensos ramilletes de cualesquiera variedades de hermosas y costosas flores.