La presencia en el aire de gases, metales pesados, partículas y polvo, derivados principalmente de las energías fósiles, pueden atravesar la barrera pulmonar y entrar en la sangre.
Los datos actualizados de la base de datos sobre la calidad del aire de la OMS introducen por primera vez medidas en el suelo de concentraciones promedio anuales de dióxido de nitrógeno , un contaminante urbano habitual, y un precursor de las partículas y del ozono.