Cuando una pareja decide romper, parece que todo su mundo se viene abajo. El amor y la felicidad que un día tuvieron se esfuman y son sustituidos por la tristeza, la decepción y hasta el odio.
En esos momentos duros, separarse civilizada y elegantemente es fundamental, sobre todo para que los mayores perjudicados no sean los hijos, mantener actitud positiva y seguir adelante.
“Es necesario que cada uno sepa que ambos tienen 50% de culpabilidad y que es necesario enfrentarse a la situación con madurez”, dijo la psicóloga Magdalena Turcios.
La opinión de la psicóloga Glenda García es que cuando ya no hay apoyo mutuo y no crecen como individuos ni como pareja es una alerta de que algo anda mal y deben actuar. Para que una relación funcione se necesita disposición de ambos; si no es así, siga estos consejos.
Paz Interior de inmediato aparecen los sentimientos de humillación y abandono, pero se debe encontrar paz interior para seguir avanzando.
Perdonar es lo principal y también una de las cosas más difíciles, especialmente si la relación ha terminado mal, pero al hacerlo se sentirá mejor.
Cordialidad el buen tono debe imperar en todas sus relaciones. Piense primero en lo que va a sentir el otro y quienes lo rodean.
Analice los errores e intente aprender de lo vivido. Esto le ayudará a mirar el futuro con optimismo y será más feliz y así todos se beneficiarán.