El temor a la soledad, la dependencia emocional y económica de otros o el miedo a sentirse culpable son algunas de las razones que conllevan a una pareja a mantener una relación donde la magia del amor ha desaparecido.
El psicólogo Ramón Torres, especialista en temas de pareja, comparte importantes señales de las situaciones más comunes por las que las personas se resisten a romper este círculo vicioso. Ante el dilema ¿Por qué siguen juntos si se les ve que no son felices? ¿Se dan cuenta de que esa relación ya no les beneficia a ninguno de ellos?, son algunas de las preguntas formuladas por el especialista en un interesante artículo compartido en el portal www.enamorando.me, donde explica que muchas veces es difícil identificar cuál es la razón por la que no se logra romper este vínculo.
Además, el experto menciona en una de sus enseñanzas que muchas veces el origen de esta situación puede estar ligado a cuando las discusiones y las peleas comienzan a hacerse rutina en una relación de pareja, es aquí donde Torres explica que el deseo sexual es lo primero que se ausenta.
“No sucede esto precisamente porque que se haya acabado el amor, sino porque atravesar por esa situación de estrés puede derivar en la ausencia del deseo”, dice el psicólogo.
El psicólogo Ramón Torres, especialista en temas de pareja, comparte importantes señales de las situaciones más comunes por las que las personas se resisten a romper este círculo vicioso. Ante el dilema ¿Por qué siguen juntos si se les ve que no son felices? ¿Se dan cuenta de que esa relación ya no les beneficia a ninguno de ellos?, son algunas de las preguntas formuladas por el especialista en un interesante artículo compartido en el portal www.enamorando.me, donde explica que muchas veces es difícil identificar cuál es la razón por la que no se logra romper este vínculo.
Además, el experto menciona en una de sus enseñanzas que muchas veces el origen de esta situación puede estar ligado a cuando las discusiones y las peleas comienzan a hacerse rutina en una relación de pareja, es aquí donde Torres explica que el deseo sexual es lo primero que se ausenta.
“No sucede esto precisamente porque que se haya acabado el amor, sino porque atravesar por esa situación de estrés puede derivar en la ausencia del deseo”, dice el psicólogo.