Miami, Florida.
Las parejas que no se aman viven trayendo al presente los problemas de tiempo atrás y suelen recordarlos en cada discusión. Esto no sólo no permite avanzar, sino que genera rencores mutuos que en definitiva terminan por destruir una relación.
Ya sea por el estilo de vida que llevan o por algún problema, los matrimonios que se van a dormir en momentos diferentes pierden la oportunidad para tener la última conversación del día o el último detalle. Aunque la causa de que no se vayan juntos a la cama sea externa, este error nunca debe hacerse un hábito.
Una pareja que no es saludable puede pasar todo un día sin el más mínimo contacto físico como un rose de manos o una simple caricia en el hombro ¡sin darse cuenta! Este alejamiento se ve reflejado más en el aspecto sentimental que en el físico.
En una relación que no es feliz, las dudas siempre están presentes porque no existen las señales que demuestren que hay amor. Si sumas la inseguridad que deben tener las personas que no se atreven a demostrarlo, esto se convierte en un círculo vicioso.
Otra manifestación de la inseguridad son los celos, desconfiar de los sentimientos del otro. Las parejas que sí se aman no tienen este tipo de problemas porque existe la fe en el otro, la certidumbre de que la pareja sería incapaz de traicionar.
Alguien que no quiere el crecimiento de su pareja, la desilusionará y la retendrá cuando ésta quiera emprender algo nuevo, por miedo a que ésta se aleje. Sin embargo, esas personas no saben que el alentar al otro a cumplir sus sueños es una excelente manera de acercarse. No tomar en cuenta
Cuando el otro tiene un detalle, por pequeño que sea, si no existe cariño y consideración, la otra persona ni siquiera lo tomará en cuenta. Las parejas que se aman aprecian cada pequeña cosa porque es lo que le pone sabor a la relación.
Las personas que no se aman se pasan el tiempo pensando en si deben o no demostrar sus sentimientos, para no verse débiles o para hacer constar que ellos llevan el control de la relación. Gran error. Quien no espera a que el otro tenga un detalle para demostrar amor, es una persona que demuestra una seguridad excepcional en sí misma.
Quienes no son felices desperdician las oportunidades para hacer sentir querida a la otra persona, con frecuencia, porque son distraídos pero en otros casos es porque no tienen interés en absoluto y aunque se les presente el momento ideal, lo desperdician con excusas como “ese no es mi estilo” o “ella (o él) sabe que no soy romántico(a)”. Así como los matrimonios tristes no tienen detalles románticos, tampoco se hacen cumplidos. Aquellos que no se atreven a hacer un piropo, a decir lo bien que luce o lo linda que es su sonrisa, pasarán de largo lo bien que pueden hacer sentir a su ser querido con sólo unas palabras.
Ese es un problema que llegan a tener todas las parejas pero cuando se hace un hábito, entonces da como resultado una relación enfermiza, aunque en las apariencias todo vaya bien. Las parejas felices tienen un canal de respeto y comprensión para comunicarse.
Esta es una de las fallas más graves en las parejas que no se aman. El convertirte el alguien desconsiderado que ni siquiera piensa en que las necesidades básicas de tu pareja estén cubiertas es una razón más que suficiente para considerar terminar con la relación.
Las parejas tristes, aunque se amen, dejan que la monotonía se lleve todo lo bello de una relación, los deje insatisfechos y, finalmente, indiferentes a todo. Los matrimonios felices saben que la chispa de la inventiva, junto con la confianza y el amor, nunca deben faltar en la relación.
Hay ciertos hábitos que las parejas enamoradas NO hacen, no importa que se trate de unos recién casados o de un matrimonio de años, cuando hay amor, estas acciones nunca estarán presentes. Toma nota de ellas para que no las pongas en práctica o dejes de hacerlas si lo que quieres es una relación bella y saludable publica Univision.
1
No perdonarse
Las parejas que no se aman viven trayendo al presente los problemas de tiempo atrás y suelen recordarlos en cada discusión. Esto no sólo no permite avanzar, sino que genera rencores mutuos que en definitiva terminan por destruir una relación.
2
Irse a la cama por separado
Ya sea por el estilo de vida que llevan o por algún problema, los matrimonios que se van a dormir en momentos diferentes pierden la oportunidad para tener la última conversación del día o el último detalle. Aunque la causa de que no se vayan juntos a la cama sea externa, este error nunca debe hacerse un hábito.
3
Pasar un día sin tocarse
Una pareja que no es saludable puede pasar todo un día sin el más mínimo contacto físico como un rose de manos o una simple caricia en el hombro ¡sin darse cuenta! Este alejamiento se ve reflejado más en el aspecto sentimental que en el físico.
4
Dudar del amor del otro
En una relación que no es feliz, las dudas siempre están presentes porque no existen las señales que demuestren que hay amor. Si sumas la inseguridad que deben tener las personas que no se atreven a demostrarlo, esto se convierte en un círculo vicioso.
5
Ser celosos
Otra manifestación de la inseguridad son los celos, desconfiar de los sentimientos del otro. Las parejas que sí se aman no tienen este tipo de problemas porque existe la fe en el otro, la certidumbre de que la pareja sería incapaz de traicionar.
6
Desanimar al otro
Alguien que no quiere el crecimiento de su pareja, la desilusionará y la retendrá cuando ésta quiera emprender algo nuevo, por miedo a que ésta se aleje. Sin embargo, esas personas no saben que el alentar al otro a cumplir sus sueños es una excelente manera de acercarse.
7
No tomar en cuenta
los detalles
Cuando el otro tiene un detalle, por pequeño que sea, si no existe cariño y consideración, la otra persona ni siquiera lo tomará en cuenta. Las parejas que se aman aprecian cada pequeña cosa porque es lo que le pone sabor a la relación.
8
Ser orgullosos
Las personas que no se aman se pasan el tiempo pensando en si deben o no demostrar sus sentimientos, para no verse débiles o para hacer constar que ellos llevan el control de la relación. Gran error. Quien no espera a que el otro tenga un detalle para demostrar amor, es una persona que demuestra una seguridad excepcional en sí misma.
9
Dejar de demostrarse amor
Quienes no son felices desperdician las oportunidades para hacer sentir querida a la otra persona, con frecuencia, porque son distraídos pero en otros casos es porque no tienen interés en absoluto y aunque se les presente el momento ideal, lo desperdician con excusas como “ese no es mi estilo” o “ella (o él) sabe que no soy romántico(a)”.
10
No decirse halagos
11
No hablar de sus problemas
12
Dejar de preocuparse por el otro
Esta es una de las fallas más graves en las parejas que no se aman. El convertirte el alguien desconsiderado que ni siquiera piensa en que las necesidades básicas de tu pareja estén cubiertas es una razón más que suficiente para considerar terminar con la relación.
13
Dejar de sorprenderse
Las parejas tristes, aunque se amen, dejan que la monotonía se lleve todo lo bello de una relación, los deje insatisfechos y, finalmente, indiferentes a todo. Los matrimonios felices saben que la chispa de la inventiva, junto con la confianza y el amor, nunca deben faltar en la relación.
