¿Cómo saber si estamos en una relación “Love Bombing”?

No todo los detalles de amor y regalos, que le brinda una persona a otra es signo de amor verdadero, muchas veces puede ser una técnica de manipulación.

El Love bombing se puede presentar en todo tipo de relación, ya sea en la familia, trabajo, escuela, etc.

El Love bombing es una táctica de manipulación psicológica que se da en las relaciones de pareja donde uno de los dos se muestra desde un inicio muy afectivo dando regalos, muestras de cariño, empieza a llamar, o enviar muchos mensajes por celular; pero se empieza a notar que no es normal.

La finalidad del Love bombing es crear un vínculo emocional, para sentirse necesitado. Buscar medios para comprometer cada día más a su pareja, y hacerla incapaz de negarse a ninguna de sus demandas.

¿Cómo podemos identificar esta conducta en la persona?

Empieza a proponerle cosas del futuro, como proyectos y todo a lo grande. Hay una tensión constante del bombardeo de los mensajes, llamadas o regalos.

No tienen límites; la persona afectada le dice “me siento incómodo con tantos regalos”, estas personas simplemente no saben parar, y en muchos casos se van sin decir nada.

¿El Love bombing afecta solo a las parejas?

Afecta todo tipo de relación ya sea en la familia, trabajo, escuela, etc. “Por ejemplo, el padre se puede mostrar muy efusivo con su hijo todo con el fin de recibir muestras de cariño, pero siempre pidiendo favores. En el trabajo el jefe le puede decir a un empleado, ‘estás haciendo bien tu trabajo’, con el fin de que esta persona cuando lo necesite ahí esté. También en amigos cuando empiezan a conocerse. Cuando la otra persona necesita decir que no a los favores que le pide, no puede hacerlo”, dice Matías López, psicólogo especializado en atender pacientes con problemas de depresión, ansiedad, control de estrés, trastorno bipolares.

Para poner límites en la relación primero reconoce que esta es una táctica de manipulación psicológica y sobre todo que esa relación no va bien.

Segundo, tiene que aprender a decir que no, y ser asertivos. Por último, tiene que mantener una perspectiva de que es una relación saludable.

Las personas que están siendo manipuladas empiezan a tener dependencia emocional, disminución de la autoestima, pérdida de identidad; se siente incómoda, porque necesita de la otra.

Hay un desequilibrio de poder, ya que en este caso la persona que tiene el control es la que manipula a la otra.

El experto dice que lo primero es reconocer que algo no está bien en la relación.

Aconseja establecer límites, ser asertivo y decir cómo se siente, buscar apoyo en personas que confíe, o un profesional que le enseñe como ganar autoestima; buscar medidas de seguridad, en caso que la persona sea muy manipuladora o lo está chantajeando.

Una relación sana se construye a base del respeto, aceptar sus diferencias y comportamientos. La comunicación tiene que ser efectiva, abierta, honesta y saber escuchar.

“Yo comparo la relación como si fuera una mesa. Tiene cuatro patas si una está más corta no funcionará”, opina Matías López, psicólogo.