Madres tradicionales vs. madres modernas

Antes estaban en casa todo el tiempo, se dedicaban solamente a la crianza de los hijos, ahora cumplen varios roles en el hogar y en el trabajo

Hace 40 o 50 años se esperaba que el padre asumiera el rol de proveedor del hogar, mientras que los aspectos de crianza, salud y bienestar estaban a cargo de la madre. Esto es algo que contrasta con la realidad actual, donde ambos progenitores trabajan, comparten roles y juntos deben hacerse cargo de todos los aspectos relacionados con sus hijos.

Según la profesional de la psicología, Suyapa González, las madres tradicionales se dedicaban exclusivamente al cuidado de los hijos y a los quehaceres del hogar y dejaban de lado sus carreras profesionales y sus objetivos personales.

Era una cuestión socialmente establecida y que se hacía casi inconscientemente y sin cuestionamientos. En cambio, las madres modernas deben cuidar de su hijos y hogar, además ser exitosas en sus trabajos y carreras, mantener un círculo de amistades y una vida en pareja en armonía. Toda una utopía.

Las preocupaciones de las mamás de antes bastaba con dar a luz a su hijo, alimentarlo, protegerlo y ocuparse de la casa.

Sin embargo, las de hoy son más sobreprotectoras, viven para preocuparse por ellos: por su salud, por su alimentación, por su aprendizaje, por la forma en que socializan, por las relaciones entre hermanos, por la forma en que juegan, por las amistades, por las futuras parejas, por las carreras profesionales y así hasta llegar a los nietos, repitiendo el círculo. Son más racionales, escuchan más las necesidades emocionales de sus hijos que las antes.

Por consiguiente, las diferencias entre las generaciones actuales y las antiguas son evidentes, para cualquiera que se haya criado desde los años 90 hacia atrás.

La vida de barrio permitía antes crecer de manera más libre y autónoma, en comparación a los niños de hoy. La confianza en su entorno también permitía sentir que el mundo era más seguro, en comparación con el tiempo actual en que los niños literalmente, viven encarcelados en sus casas y la socialización mayormente la hacen de manera virtual.

Esta situación no es sana, ya que los seres humanos necesitamos inherentemente la interacción de persona a persona, porque es de esa forma en la que se desarrollan muchas inteligencias sociales.

Se debe evitar a la hora de corregir el decir palabras ofensivas al niño.

Forma correcta de corregir los hijos
Saber cuál es la mejor forma de corregir a un hijo es el mayor reto que tiene un padre o una madre ahora. Uno de los factores más importantes a la hora de disciplinar a un niño, consiste en elegir el momento adecuado.

Cabe destacar, que lo ideal es que lo discipline justo tras la acción o conducta que se quiere corregir; por ejemplo, inmediatamente después de que el pequeño le haya pegado a su hermano menor. De esta manera, podrá asociar el regaño con lo que ha sucedido y comprenderá que ha hecho mal. Si espera demasiado, es probable que ni siquiera recuerde lo sucedido.

No obstante, hay ocasiones en las que resulta más conveniente esperar, por ejemplo, cuando hace algo mal delante de sus amigos, ya que si lo regaña en ese momento lo podría avergonzar. También se debe evitar a la hora de corregir el decir palabras ofensivas al niño, porque estas palabras negativas se graban en el inconsciente del niño lo cual puede desarrollar en él una baja estima de su persona.



Principales diferencias:

Madres de hoy

1. Las madres modernas tienen más libertad, y por ende, poseen una mayor perspectiva de la vida y de lo que esperan de ella.

2. No tienen miedo a expresar sus ideas, sentimientos y emociones.

3. Pasan más pendientes de las necesidades emocionales de sus hijos.

4. Son amigas de sus hijos.

5. Son más sobreprotectoras con sus hijos.

6. Tienen más ambiciones en general.

7. Suelen ejercer varios roles en la sociedad, por ejemplo: profesionales, emprendedoras, empleadas, amas de casa, etc.

Madres de ayer

1. Sacrificaban sus vidas profesionales por el cuidado de sus hijos.

2. Eran sumisas.

3. Su vida giraba entorno a sus hijos, esposo y cuidado del hogar.

4. No tenían muchas aspiraciones personales.

5. Daban todo por su familia, más que por ellas mismas.



Pasatiempos
Las mamás de antes amaban bordar, coser las prendas rotas de sus hijos.
Las madres de hoy en sus ratos libres revisan sus redes sociales, chatean con sus amigas, van de compras, otras pasan informándose sobre la actualidad, investigando en internet sobre cómo cuidar mejor la salud a sus hijos, etc.