Harvard asegura que la felicidad aumenta a los 60 años

Es una de las conclusiones de un estudio que la universidad realiza desde hace 80 años sobre este estado de ánimo.

  • 22 may 2023

“A partir de los 60 la gente es más feliz”. El estudio asegura que “todo el mundo puede dar giros positivos a su vida” y que lo que marca “una buena vida” es la calidad de las relaciones.

Para elaborar el estudio se ha seguido de cerca la vida de dos generaciones de individuos de las mismas familias de Estados Unidos y se han hecho miles de entrevistas, además de recopilar tubos de ensayo con su sangre, datos sobre su salud física y mental e incluso se han recibido donaciones de algunos cerebros.

De los trabajos realizados, su tercer director, el psiquiatra Robert Waldinger, ha concluido, junto al psicólogo Marc Schulz, que la soledad duele y que “vivir rodeado de relaciones cariñosas protege nuestro cuerpo y mente”.

Más felices a edades avanzadas. “Creemos que es porque tenemos el sentido de los límites de la vida y de que la muerte es algo real, y eso nos hace más felices porque cambiamos nuestras vidas”, explica Waldinger.

Esta mayor felicidad también se debe a que el cerebro da más valor a lo positivo que a lo negativo y prioriza lo que nos alegra en un período en el que aún quedan cosas por aprender y desarrollar.

La soledad es peligrosa físicamente. Al amparo del estudio y de otras investigaciones, asegura que la soledad es muy peligrosa físicamente porque hace que las enfermedades de la vejez se desarrollen más temprano y de forma más severa.

Y cree que ello se debe al estrés y a la imposibilidad de contar lo que nos pasa: “cuando me puedo quejar con otra persona puedo sentir que el cuerpo recupera su equilibrio”.

Waldinger recomienda reflexionar sobre las necesidades que cada uno tenemos en cuanto a relaciones y soledad. Aunque reconoce que la pandemia de covid ha elevado mucho las tasas de depresión y de ansiedad, revela que estos problemas comenzaron a subir a mediados de los años 50, cuando comenzó la “pandemia de soledad” que originaron los televisores.

Un estudio sin fin. Robert Waldinger, para quien una buena vida es trabajar en cosas que le importan, estar conectado con gente que estima e involucrado en actividades significativas para él, augura mucha vida aún al estudio sobre la felicidad.

Revela que ahora el equipo de psicólogos que dirige está recogiendo datos con los hijos de los primeros entrevistados (baby boomers), a los que se pregunta sobre redes sociales y los efectos del covid, entre otras cuestiones.

Ganar dinero no aumenta la felicidad

Cita el psiquiatra que los estudios muestran que el dinero es importante para cubrir las necesidades de la vida.

“Una vez que se tiene dinero, 70 millones más no aumentan la felicidad”, resalta Waldinger, y basa su opinión en los trabajos realizados con los afortunados en la lotería: “Antes de ganar y un año después tienen los mismos niveles de felicidad”.

El profesor de Harvard destaca como positivo el caso de una de las familias estudiadas en la que el padre, Leo DeMarco, profesor de instituto, usó el dinero como medio para alcanzar algunas satisfacciones personales que lo conectaban con las personas a las que quería, frente a las situaciones en las que se convierte en el objetivo en lugar de una herramienta.

En este sentido, el psiquiatra explica que el capitalismo es un sistema bueno para muchas cosas, pero no para la felicidad, ya que nos da mensajes continuos de qué necesitamos comprar muchas cosas para ser felices, lo que no es cierto.“Sabemos que comprar experiencias nos hace mas felices ”, recalca.

Las personas introvertidas “toman energía de estar solos”, al contrario de lo que les sucede a los extrovertidos, que la consiguen de los otros.