Interactuar con perros alivia el estrés de los estudiantes

Tareas, informes, exámenes y reuniones... investigadores aseguran que las mascotas son una gran y alegre distracción de nuestros problemas

Un ayudante de cuatro patas: cuando se trata de afrontar el estrés de la vida universitaria, una nueva investigación muestra que a los estudiantes vulnerables les va mucho mejor con perros de terapia que con cursos de gestión del estrés.

En el estudio, más de 300 estudiantes de la Universidad Estatal de Washington (Washington State) se asignaron al azar a participar en uno de tres programas distintos de gestión del estrés durante un mes.

Cada grupo se reunía una vez a la semana para una sesión de una hora. Los investigadores consideraron que más o menos un tercio de los participantes estaban “en riesgo”, según las respuestas a unas encuestas, que mostraron que estaban afrontando problemas de salud mental, discapacidades del aprendizaje o que tenían algunos problemas académicos.

Los tres programas dieron a los estudiantes unos niveles variantes de interacción con perros de terapia.

“La principal diferencia entre ellos fue la cantidad de interacción entre humanos y animales”, señaló la autora del estudio, Patricia Pendry, profesora asociada del departamento de Desarrollo Humano de la Washington State University.

En una investigación anterior, Pendry encontró que acariciar a un perro durante apenas 10 minutos podía aliviar el estrés de los estudiantes, según se midió mediante las reducciones del cortisol, conocido como la “hormona del estrés”.

En este nuevo estudio deseaba determinar si unas interacciones más prolongadas con los perros de terapia podrían reducir el estrés a un nivel suficiente como para mejorar las habilidades de pensamiento, aprendizaje y gestión del tiempo de los estudiantes.

Las reuniones de un grupo fueron similares a una clase universitaria típica: no había perros mientras un profesor presentaba información basada en la investigación sobre el estrés y el afrontamiento, meditaciones guiadas y otros ejercicios relacionados con la gestión y manejo del estrés.

El segundo grupo no recibió ninguna investigación basada en las evidencias sobre el estrés y pasaron sus reuniones acariciando e interactuando con perros de terapia registrados, mientras participaban en ejercicios como medicación y conversaciones no estructuradas con sus compañeros.

El grupo final tuvo un currículo mixto: pasaban la mitad de las reuniones exactamente como el primer grupo, sin perros presentes, y la otra mitad como el segundo grupo.

Los investigadores midieron la “función ejecutiva” de los participantes antes, inmediatamente después y seis semanas tras el programa. La función ejecutiva es un término general que cubre a muchas de las habilidades que son necesarias para el éxito académico, como la planificación, la organización, prestar atención y aprender información.

Interactuar con su amigo peludo. Según el estudio, el programa que se centró de forma exclusiva en acariciar e interactuar con los perros de terapia resultó en las mejoras más significativas en la función ejecutiva entre los más de 100 estudiantes que se consideraban “en riesgo”, que es probable que fueran los más estresados.

“Los estudiantes con las mayores probabilidades de tener dificultades para afrontar el estrés, cuando se implicaron en un programa que solo ofrecía interacción con animales, fueron los estudiantes que mejoraron sus habilidades de función ejecutiva, en comparación con los estudiantes “en riesgo” de los demás grupos”, apuntó la profesora Pendry.
Seis semanas tras la conclusión del programa, las mejoras en la función ejecutiva persistían.

Los resultados se publicaron en una edición reciente en línea de Aera Open, una revista revisada por profesionales de la Asociación Americana de Investigación Educativa (American Educational Research Association).

Aunque se encontraron mejoras en la función ejecutiva entre todos los estudiantes “típicos”, es decir los que no se consideraban “en riesgo”, no fue evidente que un tipo de programa fuera superior a otro.

“Quizá su función ejecutiva ya era, como grupo, más alta, y quizá haya un efecto techo, o no haya una tremenda oportunidad de mejorar, pues ya estaban funcionando bastante bien”, anotó Pendry.

Según Pendry, cuando las personas están estresadas les resulta difícil realizar muchas de las habilidades denominadas en general “función ejecutiva”.

Aunque el mecanismo subyacente del efecto de alivio del estrés de pasar tiempo con animales es difícil de medir, la mayoría de amantes de los animales comprenderán la idea general.

Pendry dijo que una teoría es que los perros funcionan como un tipo de “lubricante social” y aumentan el nivel de comodidad de un individuo en cualquier espacio dado.
“Uno se siente socialmente respaldado por los demás, ya que parece que todo el mundo es más agradable, amigable y feliz”, explicó.

Amy Hrin, que tiene más de 20 años de experiencia en la utilización de perros de terapia con todo tipo de personas, entre ellas, estudiantes, veteranos y pacientes hospitalizados, dijo que el nuevo estudio “concuerda” con su experiencia como entrenadora de perros de terapia.

Hrin es la directora nacional de asuntos militares y proyectos especiales de American Humane y no participó en la investigación.

Hrin dijo que los perros parecen ayudar a las personas a enfocarse en algo aparte de su estrés y pensamientos internos.

“Los perros son una gran y alegre distracción de nuestros problemas. Creo que hacen que uno deje de pensar tanto”, planteó Hrin.

“Y cuando se piensa en esta población particular (estudiantes que están lejos de casa) tienen esta oportunidad de dar y recibir afecto con este animal cálido y amigable. Si uno no puede recibir un abrazo de mamá ahora mismo, esta es la mejor alternativa”.

Pendry anotó que también promueve la interacción entre los estudiantes, que puede aliviar el estrés.

“Si uno ya es alguien que tiene dificultades con la función ejecutiva y está estresado y tiene antecedentes de dificultades, poder hablar con otros estudiantes en un ambiente amistoso, relajante y que ofrece respaldo social es probablemente agradable”, afirmó.

“Es distinto que sentarse frente a una presentación de diapositivas y aprender lo dañino que es el estrés”. Pero estas investigaciones demuestran que el amor de un perro ayuda en gran manera.

Beneficios de los perros para los estudiantes:

- Ayudan a disminuir la presión arterial y los niveles de estrés de los jóvenes.
- Aumentan los niveles de dopamina y serotonina.
- Mejoran el bienestar físico.
- Aumentan drásticamente el estado de ánimo positivo.
- Facilitan el aislamiento social.
- Ayudan a los lectores jóvenes a ganar confianza. - Un buen pretexto para socializar, son un excelente tema de conversación y pueden ayudar a hacer nuevos amigos.
- Los universitarios reportan altas tasas de estrés, soledad, ansiedad y depresión.
Los canes pueden aumentar los niveles de oxitocina, hormona que reduce la ansiedad y la presión arterial en un 300%.