Tres palabras definen la nueva colección de vestidos listos para usar y alta costura de la diseñadora Giselle Matamala: color, suavidad y fusión.
Con esta premisa, la propuesta va enfocada para una mujer que le encanta lucir atrevida, elegante, fresca y sobre todo con un estilo llamativo gracias al color.
La paleta de colores en esta creativa colección está dominada por los azules intensos, principalmente por el royal, algunos fucsia y púrpuras, los infaltables tonos dorado azafrán y la transparencia como interpretación de la sutil seducción femenina que debe lucir una mujer hondureña.
Su sello
Acaricia las siluetas femeninas con cortes puros y profundos, líneas sutiles y sin exageración de volumen y enfocándose además en tres perfiles de mujer: la innovadora, la sensual y la exótica sin ser extravagante.
“Me inspiré en la arquitectura por los volantes acabados de mis prendas. Muchas llevan el estilo “peplum” que tanto se ha popularizado en las pasarelas, pero lo mío tiene drama y un poco de misterio porque están diseñadas para las mujeres que les encanta impactar y se salen de lo clásico”.
Matamala, chilena de nacimiento, también reinterpreta la sensualidad a través de la transparencia, que se ha vuelto básica en la mayoría de sus creaciones.
“Me encanta porque podemos mostrar piel sin caer en la exageración de exhibir más de lo debido. También porque me da la versatilidad de vestir a la mujer con un toque muy de celebridad, ya que muchas de las famosas del mundo se identifican con la transparencia, pero mezclada con texturas y matices donde radica mi sello personal”.
En la categoría de exotismo, Giselle se ha enfocado en escotes profundos, cortes audaces, enormes aberturas en las piernas que develan con sutileza esas partes del cuerpo que más se pueden lucir en cualquier momento.
“Trato de darle a la mujer hondureña un estilo propio. No considero mi propuesta para la mujer convencional, pero si la clásica con toques leves de modernismo y que busca salir de la rutina del tradicional vestuario que lucen las hondureñas”.
En cuanto a los vestidos para gala, “que los adoro porque es donde puedo mostrar mi forma de ver la elegancia en su máximo esplendor”, Matamala creó en vibrantes tonos verde y azul royal, hermosas columnas donde destaca la sensualidad y la suavidad en todos los extremos. También muestra la delicadeza de los blancos mezclando las plumas y poca pedrería.
“La propuesta es más jovial, menos rígida y tradicional. En cada segmento traté de plasmar un distintivo. La elegante tiene glamur de Hollywood, la más casual es fiel a la juventud y la moderna se enfoca en mezcla de tonos con estilo retro en estampados pero sin abusar”.