La semana de alta costura de París es reflejo del buen estado de salud del lujo.
Las firmas de moda dirigidas a un segmento de público alto alardean de sus buenos resultados mientras presentan, a sus clientas más adineradas, las prendas de la próxima primavera-verano.
Chanel, Valentino, Versace o Dior. Todas ellas tienen varios elementos en común: presentan sus colecciones en París y, lo más importante, que sus ventas han crecido a doble dígito durante el último año.
Versace volvió a la pasarela francesa tras ocho años de ausencia. La compañía, liderada por Donatella Versace, decidió dejar de desfilar en 2004, por lo que, analistas del sector, consideran este movimiento como una buena señal.
Christian Dior atribuye el aumento de sus ventas a su división de complementos, algo que ha hecho que las cuentas de resultados de los grandes grupos de lujo no se resientan durante la crisis.
La compañía francesa, desde que prescindiera del diseñador gibraltareño John Galliano no ha contratado a ningún director creativo, y las opiniones de los seguidores de la firma no han tardado en llegar. En la red ya se pueden leer declaraciones como “se nota la ausencia de un genio como Galliano” o, “Dior se está limitando a recrear diseños de archivo de la firma”.
Elie Saab
Utiliza tonos pastel para tintar las distintas variaciones que propone sobre el mismo vestido. Amarillo, salmón, maquillaje, rosa, verde y azul pálidos intentan pasar desapercibidos para que el centro de atención sea el tejido. Las telas llevan bordados artesanales de ensueño: cristales, piedras semipreciosas y paillettes.
Armani
Un color poco común, como el verde manzana, es el hilo conductor de toda la colección y se ha utilizado también para el recubrimiento de tul.
Giambattista Valli
Colección muy romántica con mucho encaje, lazadas y apliques de plumas. El diseñador apuesta por un patronaje lineal que recupera volúmenes en las caderas.
Chanel Karl
Lagerfeld mostró el predominio del azul en los vestidos de coctel y de noche, siempre adornados con lujosos detalles de pedrería o lentejuelas. Se inspiró en los uniformes de azafatas de antaño exhibiendo chaquetas con botones, con mangas cortas y cuellos redondos y glamorosos vestidos en varios tonos de azul.
