San Pedro Sula, Honduras
El sastre Carlos Campos volverá a dar de qué hablar. Está a 14 días de presentar su colección masculina otoño invierno 2018 en el marco de la Semana de la Moda de Nueva York y está vez, más que moda, es cultura e identidad latina lo que ha inspirado al más grande diseñador hondureño en Estados Unidos.
Su propuesta será un homenaje al divo de Juárez. Juan Gabriel es la inspiración de este progreseño triunfador y aquellos distintivos en los vestuarios del cantante mexicano estarán plasmados con un toque audaz en las prendas que exhibirá Campos.
“Carlos Campos como marca ahora expone la cultura de Latinoamérica como moda. Cada prenda tiene identidad. Cada pieza va creada, manufacturada y producida con el adn que identifica a los latinos en el mundo. Yo siempre, para las colecciones, me inspiro en un artista o personaje hispano y para la próxima colección tendremos una fuerte influencia de Juan Gabriel, que aparte de admirarlo, es un ícono de todos los latinos y ejemplo de superación” destaca Campos.
La pasarela del hondureño siempre es concurrida por famosos. La marca revelará en pocos días quienes serán las estrellas que estarán en primera fila del show.
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Pero esta propuesta del hondureño tiene mucho más porqué ser tan especial. Ha utilizado al cien por ciento la técnica de sastrería de su inolvidable padre y el proceso creativo, de producción y finalización fue concebido en su totalidad en su taller en Manhattan, Nueva York.
La mayoría de las telas que desarrolló vienen de Italia y los cortes y distintivos de Juan Gabriel en las prendas tienen ese sello de modernidad y del vestir urbano que tanto le encanta a los latinos.
“Habrá muchísimo de ese azúl que siempre me ha identificado. No faltará el verde que me caracteriza. El patronaje de los pantalones va con esos pliegues retro. También los abrigos y las camisas se han confeccionado con reminiscencias que recuerdan el estilo que caracterizó a Juan Gabriel en sus inicios y cuando su carrera iba en ascenso, eso sí, más actual, más fresco y sobre todo más al estilo de Carlos Campos”, detalla.
La variedad. Para esta colección, Carlos Campos se ha decantado por una paleta de tonalidades muy viva y dinámica. Prevalecen los azules oscuro, también los cerezos, marfil, rosa suave, azafrán y blanco, infaltable en las camisas para vestir.
En esta ocasión, el diseñador le apostará más que nunca a los sacos estructurados con líneas retro, cuellos ribeteados por discretas terminaciones y una inspiración claramente a la moda mexicana de los años setenta.
Los abrigos vendrán adornadas con carcazas sobrepuestas muy a lo Juan Gabriel en sus tiempos que iniciaba en Juárez con bolsillos invisibles delicadamente adornados por líneas a contraste en las tapetas.
Cada prenda lleva un proceso de planchado excepcional, desde el patronaje hasta el momento en que se va cociendo. El resultado es impecable con terminaciones y acabado sin defectos.
Las telas que ha utilizado es la seda, la lana, el algodón orgánico y un algodón satinado. Todos los forros van de seda natural y cada pieza destaca por suavidad al vestirlo.
El azul es protagonista y va en diferentes tonos. También Carlos Campos desarrolló su propio estampado, inspirado en la famosa canción Noa Noa. Es un gráfico que que promete sorprender y sobre todo, convertirse en emblema de esta colección.
En cuanto al apellido, esta vez el diseñador no lo presentará como ha acostumbrado en sus diferentes propuestas. “Todo será tributo a Juan Gabriel y su espíritu y logramos crear un gráfico de sus rostro que quedó impresionante”.
La colección otoño invierno 2018 tendrá cerca de un centenar de piezas. Algunas de las salidas tendrán pantalón, camisa, abrigo, chaleco y el calzado que fue creado en México y son botas típicas o botines que usaban los mariachis en los tiempos del Divo de Juárez. “Fueron producidos por artesanos en Nuevo León. Se verán en charol, azul oscuro y blanco”, revela.
Los abrigos serán super XL y las bomber jackets tendrán una abundancia de detalles. En cuanto al patronaje hay mucha construcción de líneas, todas cocidas a la perfección en cada prendas. Por ejemplo, un saco, por mínimo, puede tener 52 piezas. “Es un trabajo sumamente laborioso, artesanal y meticuloso”, comenta. La línea del pantalón es super grande, tipo años ochenta y con pliegues profundos y cinturas altas.
Los proyectos. El diseñador a través de su marca homónima para este 2018 le apuesta a los cambios. Habrá mucha más identidad y cultura en sus colecciones, bajo la premisa de encantar a su consumidor a vestir una prenda netamente genuina, que más que comerial, sea representativa de algo que identifique la cultura y raíces latinas.
Debido a sus múltiples compromisos en Nueva York y Colombia, no vendrá por algún tiempo a Honduras. “Estoy cargado de proyectos y colaboraciones con muchas compañías que comparten la filosofía de mi marca”. Hasta el momento, más de 50 medios de comunicación, incluídos en The New York Times, Vogue y WWD han confirmado presencia a la pasarela.