La top model israelí Bar Refaeli ha optado por la más estricta tradición religiosa para su boda con el empresario local Adi Ezra, una ceremonia que ha generado hasta las quejas de la comunidad ultraortodoxa judía donde alrededor de trescientas personas participarán esta noche en la que muchos consideran la 'boda del año' en Israel.
'El 99% de los ultraortodoxos nunca había oído el nombre de Bar Rafeli', explica el periodista Israel Cohen, del popular medio de esta comunidad Kikar Hashabat y explica que el hecho de que haya acudido a un guía espiritual tan conocido y respetado ha provocado 'cierto interés'.
Las críticas dentro y fuera de la comunidad no tardaron en llegar.
'El rabino Grossman ha arrastrado por los suelos toda la grandeza de su trabajo hasta enterrarla bajo la desgraciada boda de una mujer que no tiene el más mínimo decoro', señala un conocido ultrortodoxo del ámbito de la comunicación, Israel Galis, en una devastadora crítica al estilo de vida de la modelo, radicalmente opuesto a los principios de modestia y humildad de esta comunidad.