Muévete más, cuida tus venas

Toma acciones para prevenir problemas de circulación, várices y reducir los riesgos de sufrir tromboembolias

  • 14 ago 2019

Si crees que porque cada día cumples con una rutina de 30 minutos de ejercicio o más ya estás “vacunada” contra los daños que provoca pasar horas seguidas sentada estás equivocada.

Para que la prescripción diaria de movimiento esté completa debes aumentar la actividad física a lo largo del día y romper los períodos largos de sedentarismo, explica Verónica Sánchez, médica del deporte.

Las pequeñas pausas que se hacen, por lo menos cada hora al ponerse de pie, las caminatas, subir o bajar las escaleras, esa sumatoria de gasto calórico contribuye mucho al control de peso y la disminución de afecciones provocadas por la inactividad, agrega.

Margot Rivera Garduño, fisioterapeuta, alerta que permanecer cada día horas ininterrumpidas sin actividad causa en las piernas un problema de circulación, várices y, a largo plazo, riesgo de tromboembolias.

El sistema circulatorio lo podemos dividir en dos: una es la parte arterial, que del corazón lleva la sangre a todos lados, y otra es la parte venosa, que va de afuera hacia adentro, lleva la sangre sucia de regreso al corazón para limpiarla y distribuirla a todo el cuerpo.

Las arterias del corazón se contraen solas, pero las venas dependen de las estructuras de alrededor, sobre todo de los músculos, para hacer que la sangre regrese al corazón y se pueda oxigenar.

En las personas que pasan mucho tiempo sentadas la sangre se acumula en la parte más distante al corazón; es decir, los pies.

La especialista recomienda a las personas levantarse por lo menos cada hora y caminar o realizar una actividad donde se recobre el movimiento y se favorezca el retorno venoso de la sangre.

“Si es una persona que trabaja siete horas sentada, se sube al carro y se vuelve a sentar y llega casa a ver televisión, el problema es que es más propenso a tener obesidad y a que el corazón, en dado caso que requiera hacer un esfuerzo, no tenga la resistencia necesaria.

“Los músculos serán más pequeños y es fácil que se pueda lesionar”, plantea.
Además, recomienda el consumo de agua, el uso de calcetines o medias elásticas, que favorecen la circulación y poner atención en las posturas del cuerpo.

Y es que, sin importar la edad, al estar mucho tiempo sentado la alineación del cuerpo se afecta, pues otras estructuras no diseñadas para ello comienzan a soportar el peso, señala Evangelina Pérez Chávez, fisiatra. La consecuencia es que habrá contracturas y se acelera el envejecimiento de rodillas y caderas al soportar peso que no le corresponde.