Ante la facilidad con la que se ordena una comida a domicilio, o que en cualquier momento del día o la noche se consuman papas fritas y galletas de la alacena, han surgido alertas alrededor de la comida.
Están el miedo a subir de peso y el estrés por encontrar recomendaciones para evitarlo, puntualiza la doctora Eva Trujillo.
“Es frecuente, sobre todo cuando no tenemos una relación neutral o adecuada con la comida, que la gente ante situaciones que siente no puede controlar, se enfoque en lo que siente que sí puede controlar: ejercicio, comida, peso”, indica la expresidenta de la Academia Mundial de Trastornos de la Conducta Alimentaria.
La nutrióloga Claudia Suárez dice que es difícil calcular cuánto se puede aumentar en este mes que lleva el confinamiento obligado o cuando este termine, pero en otros momentos en los que ha dejado de ver a sus pacientes, como la temporada navideña, hay quienes suben de dos a tres kilos.
Aunque seguramente, agrega, debe haber personas muy aplicadas que permanecen en su talla, como dice el hashtag que se ha popularizado en redes #quédateentutalla, con el que usuarios se animan a comer saludable y hacer ejercicio en estos días.
Más allá de la figura, es importante saber que estos meses pueden ser el detonante de otras enfermedades, comenta la nutrióloga, como sobrepeso, obesidad, hipertensión y diabetes.
El mejor consejo para estos días, indica Trujillo, es promover actividades de juego o físicas regulares en familia, tener comidas regulares, el autocuidado, dormir bien y aprender a manejar el estrés.
Ayuda, también, revisar cuál es la relación propia con la comida.
“Si mi relación es neutral, la posibilidad de que yo utilice la comida como una manera de lidiar con el estrés es muy baja y, además, refuerza mi autoestima y mi imagen corporal”, expresa.
“Creo que, durante una pandemia, ganar peso es el menor de los problemas, y ojalá todos terminemos este periodo estando sanos y con nuestros familiares queridos en buen estado”.
Riesgos en niños. Ciertos niveles de estrés pueden hacer que el cortisol y otras hormonas aumenten el riesgo de padecer ansiedad, depresión, problemas digestivos, problemas de sueño y aumento de peso, explica la nutrióloga. Ante datos alarmantes de sobrepeso y obesidad en el mundo entero, y de las complicaciones que llegan con estos padecimientos, como la diabetes, le preocupa en especial la alimentación de los niños en estos días. Como colaboradora en Cruz Roja de un programa de alimentación en secundarias, ha observado los hábitos de los chicos.
“Hay niños que pasan meses sin consumir una sola fruta. Están acostumbrados a galletitas, juguitos y demás. Y no es culpa de ellos, muchas veces es el consumo normal en casa”, advierte. “Hay que comenzar a cambiar a snacks que no vengan en empaques, tanto niños como adultos”.